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16 de Agosto, 2015
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Se desarrollará en Guáimaro, Camagüey, Cuba, el IX Evento nacional de mujeres decimistas “Décima al Filo”, del 13 al 15 de diciembre de 2015. (Dedicado a los poetas Caridad González Sánchez de Santa Clara y Lorenzo Suarez Crespo de Pinar del Río, así como al Club de la Décima de Guáimaro y al taller literario dirigido por el escritor Benito Estrada de Camagüey. Con el apoyo de la Dirección Municipal de Cultura de Guáimaro, el Frente de Afirmación Hispanista de México, así como de las agrupaciones literarias “Aladécima”, “Escritores Rurales” y “Décima al Filo”. Participaran destacados decimistas de todo el país. Habrá una representación de Pinar del Río, La Habana, Santa Clara, Cienfuegos, Santi Spiritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma y Santiago de Cuba. “Décima al Filo” es un grupo que reúne a escritoras, investigadoras, repentistas, tonadistas, e intérpretes de música tradicional, de Cuba e Hispanoamérica. Cuyo fin principal es promover la décima en sus distintas vertientes sin excluir a genuinos creadores de la estrofa en nuestro país. Dentro del programa se realizarán presentaciones de libros, conferencias, paneles teóricos y galas artísticas. Cariñosamente Odalys Leyva Rosabal Escritora, Presidenta del grupo internacional Décima al Filo y del comité organizador del evento homónimo. Para más información se me puede localizar por el correo electrónico: odalysleyva@pprincipe.cult.cu a partir del 1ro de septiembre.
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07 de Marzo, 2015
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ÁLVARO GARCÍA LINERA | REBELIÓN
Discurso del Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, en la sesión de posesión del Presidente Evo Morales
y del mismo Vicepresidente, el pasado 22 de enero.
América Latina se ha puesto a la vanguardia mundial de la construcción de sociedades post-neoliberales. Mientras que en el resto del mundo, el neoliberalismo aun sigue destruyendo sociedades y economías populares, en Latinoamérica ya no es más que un triste recuerdo arqueológico.
Los bolivianos y la mayor parte de América latina estamos viviendo una década extraordinaria de luchas y grandes conquistas populares.
La movilización de identidades populares, aborígenes, campesinas, obreras y juveniles han cambiado y están cambiando las estructuras políticas y económicas dando lugar a la mayor concentración de gobiernos progresistas y revolucionarios de nuestra historia.
Hemos nacionalizado recursos naturales devolviendo a los estados del continente la base material de la soberanía extraviada; hemos distribuido la riqueza entre los más necesitados creando Estados sociales protectores y equitativos; hemos dinamizado y diversificado la economía apuntalando la creatividad de los productores; millones de jóvenes han accedido a la educación escolar y universitaria y otros tanto al empleo, renaciendo en sus espíritus la esperanza de unas patrias dignas.
El continente está rompiendo tutelajes y padrinazgos obscenos y ha retomado su capacidad de decidir su propio destino.
Las naciones aborígenes oprimidas por siglos, los movimientos sociales explotados por décadas no sólo han retomado el protagonismo histórico sino que, como en Bolivia, se han vuelto poder de Estado y hoy conducen el país.
Se ha avanzado en 10 años más que en los 200 años anteriores. Pero no basta. El despertar revolucionario de los pueblos ha abierto un horizonte de posibilidades mucho más profundo, mucho más democrático, mucho más comunitario, es decir socialista, al que no podemos renunciar, sino es a riesgo de una restauración conservadora en la que ni siquiera la memoria de los muertos estará a salvo.
SOCIALISMO no es una etiqueta partidaria pues muchas veces esos sólo ha servido para camuflar la aplicación de la barbarie neoliberal.
Socialismo tampoco es un decreto, porque eso sería reducir la acción colectiva del pueblo a una decisión administrativa de funcionarios públicos.
Socialismo tampoco es estatizar los medios de producción. Eso ayuda mucho a redistribuir riqueza, pero la estatización no es una forma de propiedad comunitaria ni una forma de producción comunitaria de la riqueza.
El Capitalismo es una civilización que ha subordinado todos los aspectos de la vida a una maquinaria de acumulación de ganancias. Desde el comercio, la producción, la ciencia y la tecnología, la educación, la política, el ocio, la naturaleza misma, todo, absolutamente todo ha sido pervertido para ser sometido a la dictadura del lucro.
Y para ello, paradójicamente el Capitalismo se ha visto obligado a despertar de manera mutilada, parcial, a fuerzas comunitarias, como la interdependencia entre los seres humanos, como el mercado mundial, como la ciencia y las tecnologías o el internet, pero para someterlas al servicio de la ganancia monetaria ilimitada de pocos.
Y es por ello que lo que algún día tendrá que sustituir al Capitalismo como sociedad, necesariamente tendrá que ser otra Civilización que libere e irradie a escala mundial todas esas fuerzas y poderes comunitarios hoy existentes pero sometidas al lucro privado.
Marx llamaba a esto la Comunidad Universal; otros le llaman el ayllu planetario; otros el vivir bien. No importa el nombre, sino el contenido de comunitarización universal y total de todas las relaciones humanas y de los humanos con la naturaleza.
Pero para que esta nueva civilización comunal triunfe se requiere un largo y complicado proceso de transición; un puente. Y a ese puente es que llamamos Socialismo.
El Socialismo es el campo de batalla dentro de cada territorio nacional entre una civilización dominante, el capitalismo aun vigente, aun dominante, pero decadente, enfrentado contra la nueva civilización comunitaria emergente desde los intersticios, desde las grietas y contradicciones del propio capitalismo. Comunitarismo inicialmente minoritario como gotas en el desierto; luego como diminutos hilos de agua que a veces se secan, se interrumpen abruptamente, y luego renacen, y a la larga se suman y se vuelven riachuelo; luego rio; luego lago; luego mar.
El socialismo no es una nueva civilización; no es una economía o una nueva sociedad. Es el campo de batalla entre lo nuevo y lo viejo, entre el capitalismo dominante y el comunitarismo insurgente. Es la vieja economía capitalista aun mayoritaria gradualmente asediada por la nueva economía comunitaria naciente. Es la lucha entre el viejo estado que monopoliza decisiones en la burocracia y un nuevo Estado que cada vez democratiza mas decisiones en comunidades, en movimientos sociales, en la sociedad civil.
Socialismo es desborde democrático; es socialización de decisiones en manos de la sociedad auto organizada en movimientos sociales.
Socialismo es la superación de la democracia fósil en la que los gobernados sólo eligen gobernantes pero no participan en las decisiones sobre los asuntos públicos.
Socialismo es democracia representativa en el parlamento, más democracia comunitaria en las comunidades agrarias y urbanas, más democracia directa en las cal les y fábricas. Todo a la vez, y todo ello en medio de un Gobierno revolucionario, un Estado de los Movimientos Sociales, de las clases humildes y menesterosas.
Socialismo es que la democracia en todas sus formas envuelva y atraviese todas las actividades cotidianas de todas las personas de un país; desde la cultura hasta la política; desde la economía hasta la educación.
Y por supuesto, socialismo es la lucha nacional e internacional por la ampliación de los bienes comunes y de la gestión comunitaria de esos bienes comunes, como son el agua, la salud, la educación, la ciencia, la tecnología, el medioambiente….
En el Socialismo coexisten muchas formas de propiedad y de gestión de la riqueza: esta la propiedad privada y la estatal; esta la propiedad comunitaria y la cooperativa. Pero hay sólo una propiedad y una forma de administración de la riqueza que tiene la llave del futuro: la Comunitaria, que sólo surge y se expande en base a la acción voluntaria de los trabajadores, al ejemplo y experiencia voluntaria de la sociedad.
La propiedad y gestión comunitaria no puede ser implantada por el Estado. Lo comunitario es la antítesis de todo estado. Lo que un Estado revolucionario, socialista puede hacer, es ayudar a que lo comunitario que brota por acción propia de la sociedad, se expanda, se fortalezca, pueda superar obstáculos más rápidamente. Pero la comunitarización de la economía sólo puede ser una creación heroica de los propios productores que deciden exitosamente asumir el control de su trabajo a escalas expansivas.
Socialismo es entonces un largo proceso de transición en el que estado revolucionario y Movimientos Sociales se fusionan para que día a día se democraticen nuevas decisiones; para que día a día más actividades económicas entren a la lógica comunitaria en vez de la lógica del lucro.
Y como esta revolución la hacemos desde los Andes, desde la Amazonia, desde los valles, los llanos y el chaco, que son regiones marcadas por una historia de antiguas civilizaciones comunitarias locales; entonces nuestro socialismo es comunitario por su porvenir pero también es comunitario por su raíz, por su ancestro. Porque venimos de lo comunitario ancestral de los pueblos oriundos, y porque lo comunitario está latente en los grandes logros de la ciencia y la economía moderna, el futuro será necesariamente un tipo de socialismo comunitario nacional, continental y a la larga planetario.
Pero a la Vez, el socialismo para el nuevo milenio que se alimenta de nuestra raíz ancestral, incorpora los conocimientos y las prácticas nativas de diálogo y convivencialidad con la madre tierra.
El rescate del intercambio metabólico vivificante entre ser humano y naturaleza practicado por las primeras naciones del mundo, por los pueblos originarios , es la filosofía del Vivir Bien; y está claro que no sólo es la manera de enraizar el futuro en raíces propias; sino que además es la única solución real a la catástrofe ambiental que amenaza la vida entera en el planeta.
Por eso el Socialismo del Nuevo Milenio sólo puede ser democrático, comunitario y del vivir bien.
Este es el HORIZONTE de EPOCA de la sociedad mundial. Y es este socialismo democrático comunitario del vivir bien la única esperanza real para una regeneración de los pueblos y de la propia naturaleza.
Los revolucionarios no hemos venido para administrar de mejor forma o más humanitariamente el Capitalismo. Estamos aquí, hemos luchada y seguiremos luchando para construir la Gran Comunidad Universal de los pueblos.
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05 de Enero, 2015
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Ayotzinapa sintetiza los agravios cometidos por el imperio y la oligarquía local contra el pueblo de México, pero es también el modelo de dominación, impuesto por el neoliberalismo que no queremos para la humanidad. La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, creada en México en octubre de 2003, bajo los auspicios de intelectuales cubanos y mexicanos preocupados por la política neofascista y de terrorismo global de Estado puesta en marcha por el entonces presidente George W. Bush, se reunió en Caracas, Venezuela, del 11 al 13 diciembre de 2014, para conmemorar el décimo aniversario de la asamblea de la red en 2004, en la que el fallecido presidente Hugo Chávez logró consolidar su amplia representación internacional y su carácter anticapitalista, antimperialista y anticolonial, en el contexto de lo que Fidel Castro denominó como la imprescindible batalla de las ideas por parte de los intelectuales orgánicos de nuestros países.
Los miembros de la Red presentes en Caracas, esta vez provenientes de 31 países, consideraron fundamental repudiar el injerencismo del gobierno estadunidense al aplicar sanciones contra el pueblo y el gobierno revolucionario y socialista de la República Bolivariana de Venezuela. En su Declaración Política se destacó como prioritario defender a Venezuela y apoyar al presidente Maduro, quien es un estadista surgido de esta revolución chavista.
La Red, igualmente, se solidarizó con el pueblo de Estados Unidos en sus movilizaciones contra el racismo, la represión y brutalidad policiaca, el encarcelamiento de manifestantes, la criminalización de los dirigentes, y en su lucha contra la creciente pobreza que dicho pueblo sufre, victimado por las mafias bancarias y el infame y demencial negocio de la guerra impulsado por su gobierno.
La Declaración Política hizo un reconocimiento a los pueblos originarios y afrodescendientes, quienes a través de sus movimientos y procesos autonómicos, han fortalecido su protagonismo político y devenido importantes sujetos de trasformación social. A pesar de las políticas entreguistas de los gobiernos neoliberales, los pueblos latinoamericanos están resistiendo al despojo de sus territorios, saberes, culturas y biodiversidad por parte de las corporaciones trasnacionales de la muerte y la destrucción.
Se denunció que en su guerra planetaria, el Departamento de Defensa del gobierno de Estados Unidos no tiene empacho en contratar científicos sociales de diversas disciplinas, para realizar investigaciones en nuestros países con fines militares y corporativos, asociándose con universidades, ofertando fondos, becas e incentivos académicos con los que convierte en mercenarios a no pocos científicos e investigadores. En la intelectualidad al servicio del imperio, destacan aquellos que se reúnen en torno a Uribe y Aznar para alentar un pensamiento neofascista, enmascarado de liberal y cuya concreción se expresa en guarimbas, guerra sicológica y campañas mediáticas.
En declaración especial, aprobada por el pleno, después de que Luis Hernández Navarro expuso el contexto nacional mexicano actual, la Red en Defensa de la Humanidad hizo patente su profunda indignación por el crimen de Estado y lesa humanidad, consumado en Iguala, Guerrero, México, en el que seis personas fueron ejecutadas extrajudicialmente, tres de ellos estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, mientras 43 normalistas sufrieron desaparición forzada, sin que hasta la fecha se sepa su paradero. En Iguala se condensó en unas horas de barbarie toda la violencia estructural y de Estado que ha padecido México durante más de una década, y que ha resultado en más de 120 mil muertos, en su mayoría jóvenes y pobres, al menos 30 mil de-saparecidos, así como medio millón de desplazados internos y fuera del país.
Juvenicidio y feminicidio son una constante en la cotidianidad mexicana. Estas políticas represivas forman parte de los cambios estructurales neoliberales que han impuesto los gobiernos de traición nacional, a partir del Tratado de Libre Comercio, que en los hechos sólo ha beneficiado a Estados Unidos y a las corporaciones trasnacionales que despojan a los pueblos de sus recursos naturales y estratégicos. ¡Fue el Estado! ¡¡Muera el mal gobierno! y ¡Fuera Peña Nieto! son los gritos que se escuchan en las calles del México en pie de lucha y en decenas de ciudades del mundo entero que han arropado con su solidaridad y ternura a los familiares de los masacrados y han denunciado el desvío de poder en el que han incurrido los tres niveles de gobierno. El crimen de Iguala rememora la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en 1968 y la perpetrada el 10 de julio de 1971, a los asesinados y desaparecidos durante la guerra sucia que duro más de 20 años, a los masacrados en Aguas Blancas y Acteal, crímenes todos en los que se identifica siempre la mano del Estado mexicano y las fuerzas armadas, con sus grupos paramilitares, como el Batallón Olimpia, Los Halcones, La Brigada Blanca y los que ahora operan bajo la cobertura del crimen organizado, que en realidad constituye la cara clandestina de un gobierno mafioso y delincuencial.
Estados Unidos, principal consumidor de estupefacientes y el más importante vendedor de armas en el planeta, impone una guerra interna contra el pueblo para beneficiar sus circuitos financieros y ejercer un control neocolonial sobre el país hermano. La Red en Defensa de la Humanidad señala a Enrique Peña Nieto, presidente de México, en su calidad de comandante en jefe de las fuerzas armadas, como principal responsable de la tragedia de Ayotzinapa y expresa su apoyo solidario con el pueblo mexicano, especialmente con los dignos padres y madres de los masacrados.
Ayotzinapa sintetiza los agravios cometidos por el imperio y la oligarquía local contra el pueblo de México, pero es también el modelo de dominación, impuesto por el neoliberalismo que no queremos para la humanidad.
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islanegra a las 15:08 · Sin comentarios
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20 de Noviembre, 2014
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El
Paraguay es una nación conocida en el mundo por su agitada historia y
turbulencias políticas, además de su música, carne y equipo nacional de fútbol. Pero esta "isla rodeada de tierra", con su compleja y rica realidad, también es un país de escritores: desde el poeta Natalicio Talavera, el
novelista José Rodríguez Alcalá y el
ensayista y Rafael Barrett, hasta el gran Augusto Roa Bastos, Gabriel Casaccia, Josefina Plá, Renée Ferrer, Juan Manuel Marcos, Alcibíades
González del Valle, Bernardo Neri Farina, Augusto Casola, Raúl Silva Alonso
y Esteban Bedoya, radicado
actualmente en Australia. En este tomo
se recoge una selección de artículos, en español e inglés, sobre algunos de
estos escritores, con el propósito de dar una idea de la creatividad de las
letras paraguayas.
R.C. Boland Osegueda. Ed. El Urutaú ha dejado de llorar. Aproximaciones a la literatura paraguaya. Critical Approaches to Paraguayan Literature. ISBN: 978-84-8658-18-6 - Precio: US$40- Orders and Information/Pedidos e información: Antípodas, 49 Gordon Road, Long Jetty, NSW, 2261, Australia - editor@antipodas.com.au For other publications by Antípodas, please visit our website: ww.antipodas.com.au
Índice
PARAGUAY
Clara Funes – Un saludo al Paraguay
Roy C. Boland Osegueda – Del margen hacia el centro:
Introducción a
la literatura
paraguaya
Juan Manuel Marcos – El postboom, precursor de Roa Bastos
Tracy K. Lewis – Hacia el Otro a la sombra de la globalización:
traduciendo El
invierno de Gunter de Juan Manuel Marcos
Vicente Brunetti – El Mito de Edipo en Yo el Supremo de Augusto
Roa Bastos
Roy C. Boland Osegueda – The gua’a
Cries Freedom. Biblical
Symbolism, Intertextuality, Heroes and Knaves in Hijo de
hombre, by Augusto
Roas Bastos
Augusto Casola – El erotismo en la poesía femenina del
Paraguay
Ricardo Rubio – Elvio Romero, un corazón que canta
María E. Osorio y María C. Jara – Taller de cuento breve y la
escritora paraguaya
José Vicente Peiró – La revista La novela paraguaya. Un sueño
olvidado
ESTEBAN
BEDOYA
A
PARAGUAYAN WRITER IN AUSTRALIA
Roy C. Boland Osegueda – On
translating and reading The Apocalypse
According to
Benedict and Other Stories by Esteban
Bedoya
Éric Courthès – El goce del texto
y las historias múltiples en La
colección de orejas de
Esteban Bedoya
Esteban Bedoya – "El séptimo día"
Esteban Bedoya – "Los artesanos y otras curiosidades. (Diario
de
un viaje a
Braidwood)"
STROESSNER EN LA LITERATURA Y EL CINE
Rocco Carbone – Stronato: trauma, olvido y memoria
SUPLEMENTO GALLEGO
Coordinadores: José-Miguel A. Giráldez y Roy C. Boland Osegueda
Jorge González del Pozo – Ambulancia de Suso de Toro: El discurso
textual de las drogas ilegales en la novela negra de fin de siglo XX
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islanegra a las 17:47 · Sin comentarios
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10 de Noviembre, 2014
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Luis Britto García ¿Cómo impone España su dominación en más de la mitad
del Nuevo Mundo durante trescientos años? Con monopolios que terminan haciendo inviable su autoridad.
-El monopolio de lo político La Corona
nombra prácticamente todas las autoridades del Nuevo Mundo, entre ellos
virreyes, capitanes generales y gobernadores. Los cargos recaen sólo sobre
blancos peninsulares, nacidos en España. Los nombramientos terminan siendo
vendidos. Apenas los cabildos representan a los americanos, precariamente. -El monopolio del poblamiento Durante el genocidio que extingue a unos sesenta
millones de aborígenes, España sólo permite pasar a América a los españoles, y
no a todos. En 1596, Felipe II ordena que sean considerados
"extranjeros" con respecto a las Indias, "para no poder estar ni
residir en ellas" quienes no fueren naturales de los reinos de Castilla,
León, Aragón, Valencia, Cataluña, Navarra y las islas de Mallorca y
Menorca". Sólo se pasa con licencia real.
-El monopolio de la sangre y de la ideología
América es cerrada incluso a los nuevos cristianos.
La Ley XV de Indias dispone que "ningún nuevamente convertido a nuestra santa
fe católica, de moro o judío, ni sus hijos, puedan pasar a las Indias sin
expresa licencia del rey". Según otra ley, "mandamos que ningún reconciliado,
ni hijo ni nieto del que públicamente hubiere traído sambenito, ni hijo ni
nieto de quemado o condenado, por herética gravedad ni apostasía, puedan pasar
ni pasen a nuestras Indias". Durante la Colonia, el promedio anual de inmigrantes a América alcanza a unos 15.000:
magra cifra para continente tan extenso y despoblado por la violencia y las
pestes traídas desde Europa. Los viajeros pueden elegir su destino: prefieren
las costas, y dejan desierto el interior. Así, no se repuebla el continente
devastado por el genocidio de la Conquista. -El monopolio del comercio Felipe II prohibe también a los extranjeros el
comercio en las Indias sin la debida licencia. Monarcas posteriores confirman
estas normas. Pero España no tiene capacidad productiva para abastecer al
enorme mrecado americano. Las enormes cantidades de metales preciosos que le
envía el Nuevo Mundo deprimen sus cultivos e industrias y la obligan a su vez a
ser importadora. España deviene, según reseña Ferdinand Braudel, “las Indias de
Europa”. -El monopolio del trabajo forzado El exterminio
de los indígenas hace necesaria la importación de esclavos africanos, con
licencia de la Corona. Es un productivo negocio que entre 1541 y 1870
significará la introducción en América en condición de mercancía de cerca de
diez millones de seres humanos. El trabajo del aborigen se explota a través de
contribuciones en trabajo forzado gratuito o remunerado en forma
insignificante, a través de los repartimientos, encomiendas y mitas, que serán prohibidas por Bolívar. Todo
valor es tiempo de trabajo humano: durante tres centurias el trabajo alienado
de americanos y africanos será el motor fundamental de la hegemonía de Europa. -El monopolio sobre la implantación de la flora y de la fauna No eran propicias las tierras o el clima de Venezuela
para cultivos masivos del trigo, de la vid o del olivo. Para subsistir los
colonos dependieron desde el principio del cultivo del maíz y de la yuca, que
habían sustentado a los aborígenes. Pero la economía colonial no estaba
dirigida hacia la autonomía ni el desarrollo interno, sino hacia las
exportaciones para la metrópoli. Tras efímeros auges de las explotaciones de perlas, plata y oro, la economía
venezolana dependió durante largo tiempo de las exportaciones del tabaco aborigen
y del contrabando de éste, para luego depender de las del también autóctono
cacao. Sólo en las últimas décadas antes de la independencia se posicionó el
arábigo café como un rubro de exportación importante. El comercio entre las
regiones americanas era limitado o inexistente. Todo se exportaba para unos
pocos puertos españoles. Durante trescientos años se cimentaron así las bases
de nuestra dependencia económica, que habría de sobrevivir a la política.
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islanegra a las 19:44 · Sin comentarios
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09 de Noviembre, 2014
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Declaración pública ante los
hechos de Ayotzinapa
Con toda nuestra capacidad de indignación:
quienes estamos día a día en el trabajo de la identidad, de la humanidad, de la
paz y el amor, repudiamos el asesinato cometido contra 43 normalistas en
México, Ayotzinapa, Estado de Guerrero.
El crimen cometido contra estos jóvenes es un
crimen contra lo humano de ahora y del futuro, habla claramente de prácticas de
intolerancia y salvajismo propias de un país donde el Terrorismo de Estado ya
no puede negarse.
Estamos presenciando la aplicación de una
metodología de dominación al servicio del poder económico, -en simbiosis con
los intereses imperiales y grupos para-institucionales-, con el propósito de
reprimir la libertad de expresión, ahogar toda resistencia y atacar cualquier
forma de oposición al modelo impuesto en México.
Que fuerzas del Estado en connivencia con las
redes del narcotráfico secuestren a estudiantes normalistas y los
“desaparezcan” para quemarlos vivos, es un acto de barbarie cuya dimensión trasciende
lo local y se convierte en ofensa moral a la humanidad.
Desde nuestro espacio que brega incansablemente
por la Paz con
justicia social, porque de otra forma no será posible
construirla, sumamos nuestras voces a todas las que se alzan exigiendo justicia
ante semejante barbarie imperdonable. ¡Ya basta de crímenes impunes!
Deseamos hacer llegar a los familiares de las
víctimas nuestras condolencias; y palabras de aliento y agradecimiento a
quienes luchan contra el modelo expoliador instalado a fuerza de violencia y
barbarie.
El dolor del pueblo mexicano es nuestro dolor y
el de los pueblos de América Latina que, herida, se conmueve una vez más frente
al luto.
Llamamos a los trabajadores de la cultura a
expresarse, a organizar encuentros artísticos para repudiar la violencia y ejercer la memoria en nombre de los 43 normalistas mexicanos.
Proyecto Cultural Sur, Revista Isla Negra, Festival Internacional de
Poesía de La Habana- Cuba, Festival Mundial de Poesía, Asociación Literaria
Latinoamericana de Calgary- Canadá
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islanegra a las 19:48 · Sin comentarios
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27 de Septiembre, 2014
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Juan Manuel Roca
Texto presentado y leído en la ceremonia de entrega
del Doctorado Honoris Causa,
por la Universidad Nacional de Colombia.
Bogotá, septiembre 25, 2014
Buenas tardes. Quiero manifestar mi gratitud hacia el
Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional de Colombia por esta
distinción en la que se habla, entre otras cosas, “de un reconocimiento a una
vida dedicada a la poesía”. Que una Universidad valore, más allá de que esto
recaiga en mí, el ámbito de la lírica, me resulta a todas luces alentador,
cuando en muchos espacios de la vida académica se minusvalida todo lo que no
sea pragmático o fácilmente comprobable. La
poesía, que según Saint John Perse, es “el pensamiento desinteresado” no suele
ser llamada con frecuencia al festejo académico ya que no pocas veces se ve
como una religión sin feligreses. Por lo menos,
estos reconocimientos escasean para mi escindida generación.
Mi generación ha
oído y recibido más nombres que una pila bautismal. Para seguir en el juego
nominal, que parece el de las muñecas rusas que tienen adentro otras que a su
vez contienen una más, he propuesto para ella el nombre de Poetas del inxilio,
en razón de que sus obras aparecen y se consolidan en los años de mayor
desplazamiento en Colombia.
El inxilio es una
suerte de exilio interior, un despojo de núcleos humanos, de familias
desplazadas a las que les han usurpado sus tierras. Quienes padecen el drama
del exilio interior saben que muchos de estos generadores de expulsión
-paramilitarismo, guerrilla, violencia estatal y paraestatal-, han sido
atrapados por el negocio de la guerra y por los políticos venales.
También la poesía
ha sido desplazada de los medios impresos con contadas excepciones y, más aún,
de los grandes sellos editoriales. Así que inxiliada en su propia búsqueda,
esta generación sabe que el desplazamiento humano es el mayor drama colombiano
actual.
El inxilio quizá
tenga unos rasgos de enajenación y de expolio peor que el de quienes tienen que
exiliarse. Es la pérdida del país dentro del país mismo, tener que habitar en
la periferia como un único territorio posible, sentirse ciudadano de ninguna
parte, exiliado de sí mismo, pertenecer a un no-lugar.
Colombia es uno de
los países con más número de desarraigados en el mundo. En 2013 se señala la
cifra de 230 mil personas entre hombres, mujeres y niños obligados a abandonar
sus tierras. Mi generación ha asistido de manera dolorosa a ese inmenso
desalojo. Y no pocas veces lo registra en sus poemas. Naturalmente, el
desplazamiento que da nacimiento al inxilio colectivo no es privativo de estos
tiempos y podríamos remontarnos a la violencia de los años cincuenta, pero
nunca este drama ha sido más cruento que a partir de los años en los que esta
generación se ha venido expresando. No es un capricho. En aras de señalar un
período de nuestra historia, el nombre de Poetas del Inxilio podría ser una
forma sencilla de recordar nuestro drama
colectivo. Quizá sea cierto lo que afirma el más citado de los poetas
argentinos: “la realidad no es verbal”. Pero aún así, creo que hay que nombrar
a los desplazados internos una y otra vez, hasta que se acaben la guerra y el
desarraigo.
La poesía se mueve
en los terrenos de la duda, en algo que avasalla todos los géneros artísticos
hasta el punto de poder señalar que donde no hay poesía difícilmente hay arte,
desde la plástica y la cinematografía hasta la narrativa y la dramaturgia. Y es
que esta anómala forma del pensar que nunca ha debido escindirse de manera
radical de la filosofía, parece que más que escribirse, sucede.
He sido cauto a la
hora de señalarle un papel mesiánico a la poesía y a pedirle de manera
irrestricta una utilidad inmediata. Pero como soy de la creencia de que es algo más que un género literario, que es
más bien una forma de andar por el mundo, de respirar al unísono con los demás,
me resulta impensable que no atendamos aún sin un “deber ser” programático a
nuestra historia, que en nuestro caso está atravesada por una suma interminable
de violencias. Por un absurdo temor a la ambigüedad, a las verdades que no
pertenecen al orden de lo inmediatamente comprobable, por la falta de rigor
científico y otros aparatos del concepto lógico, algunos le enrostran a la
poesía una falta de tratos con la realidad en otra forma de violencia cultural,
de imposición. Creo, con Raúl Gustavo Aguirre, que “lo inexpresable también
forma parte de la realidad del hombre”.
Aimé Césaire, un
poeta que se sentía torturado y humillado en cada hombre o mujer torturados o
humillados, se asumía como víctima pensando que somos parte los unos de los
otros y que no vivimos en un mundo abstracto, enajenados de la realidad. Es poco probable que haya un pensamiento de
orden filosófico que no se pregunte por lo que nos sucede en los demás, en sus
alegrías y desvelos. Lo mismo ocurre con la más alta poesía.
Pensar que hay
miles de estrellas muertas en el cielo que nos siguen alumbrando conduce a
pensar en los cientos de poetas muertos que aún nos siguen, de la misma manera,
alumbrando.
La sola imaginación
es subversiva y casi sin premeditación se vuelve una suerte de resistencia
espiritual. Ahora, es bien sabido, como decía César Fernández Moreno, que como
no se ha podido poetizar la política se ha politizado la poética. Y hay ejemplos
de grandes poetas que se manifiestan políticamente en sus versos sin perder de
vista su alto rigor estético, como René Char, César Vallejo, Yannis Ritsos,
Carl Sandburg, Osip Maldestam, Vladimir Holan, Anna Ajmátova, Nelly Sachs,
Bertolt Brecht, Paul Celan y tantos otros que no cabrían en esta página. Si
hago este breve listado, es solo porque generalmente y de manera maliciosa,
desde la orilla de los manieristas sólo se recuerda a los malos poetas
políticos, que también son legión, y de esa forma despachan y rehúyen el asunto
de una necesaria impureza lírica que también hace parte de la vida.
En cuanto al poder
transformador de la palabra, el mejor ejemplo lo encontré en una cárcel de
Chile, donde un preso me expresó el más alto elogio de la poesía que haya
escuchado. Allí, en un lugar que parece
negar de entrada la libertad, me contó que todas las noches se escapaba de su
celda y saltaba los cuatro muros cardinales mientras leía los poemas místicos
de San Juan de la Cruz.
A lo mejor podría
haber sido otro poeta el que leyera,
pero el efecto de transformación del ánimo y por tanto de la realidad,
podrían haber sido los mismos. El reo chileno me hizo dudar de algo que siempre
he afirmado en contra de los mesianismos, aquello de que intentar cambiar la realidad
con poesía es como intentar descarrilar un tren atravesándole una rosa en la
carrilera. Una condena al fracaso. El hombre enjaulado volaba encima de los
muros sin que le aplicaran la ley de fuga, gracias a la voz de un remoto poeta.
Y vuelvo al territorio
de la duda. En poesía una verdad mal dicha fácilmente se vuelve mentira
mientras que una ficción bien lograda puede volverse para siempre verdadera,
como Hamlet, Sherezada o Moby Dick, y digna como ese personaje del coronel que
no tenía quien le escribiera y que no usaba sombrero para no tener que
quitárselo ante nadie, según la magnífica novela de García Márquez. No le basta
con las verdades fácilmente compartibles y arrulladoras, pues al igual que la
filosofía su territorio de exploración natural está en la duda. La poesía se
pregunta cómo andar al mismo tiempo en dos orillas de la realidad, en medio de
lo que Simone Weil llama “una comunidad ciega”, una aturdida comunidad dividida
entre la realidad y el deseo.
A cada rato, cuando
se habla de la utilidad de la poesía en un medio de naturaleza violenta como el
nuestro, se acude una y otra vez a una pregunta del romántico alemán: “¿para
qué la poesía en tiempos de penuria?” Creo que es mejor cambiar, invertir la
pregunta y decir ¿para qué la poesía en tiempos que no sean de penuria? ¿Como
simple adorno? ¿Como manierismo? ¿Como un mero esteticismo? De ser cierto que
la poesía no tiene sentido en tiempos de penuria nunca se habría escrito, pues
todos los tiempos del hombre han sido de penuria.
Un aparente escollo
para la poesía tiene que ver con la crisis de la palabra, en particular por su
constante manoseo. La palabra es la primera baja en una crisis social: para qué
el vocablo pan si no remplaza al pan, para que la palabra libertad si tantas
veces está en los labios de los carceleros. Sin embargo esto, antes de crearle
un desaliento obliga al poeta a buscar la palabra justa en el inmenso pajar del
lenguaje y a habitar de nuevo las palabras que el mal uso ha ido volviendo
huecas, calcáreas. Es paradójico, hasta la libertad en el poema resulta tantas
veces contradictoria por el hecho mismo de querer fijarla en palabras. Como es
paradójico que estando la poesía construida con vocablos aspire al
silencio.
La poesía, y tomo
acá su nombre de manera genérica para toda creación artística, como un
epicentro de todas las artes, parece recordarnos que resulta tan precaria, tan
irrisoria la llamada realidad (y
“realidad” es una palabra que al decir de Vladimir Nabokov siempre debería ir
entre comillas) que a cada momento tenemos que inventarla. Esto hace que la
poesía no sea tan lejana de la ciencia, no obstante sus búsquedas se den en
diferentes estadios del pensar, en diferentes gabinetes de la imaginación.
(Aldo Pellegrini, dixit).
Lo que hace más
rica y diversa a la poesía escrita es que las verdades estéticas que se agolpan
en la interpretación de la lírica nunca han podido, a pesar de credos y de
manifiestos cerrados, del aluvión interpretativo, imponer un sentido único a la
expresión creadora. Que no tenga nunca el rango de fórmula matemática, sino que
el sentido de lo impersonal y de lo abierto la visiten, hace que la poesía resida
más allá del poema, aún en los linderos del lenguaje, en los bordes de la
palabra que se calla.
Previene René
Menard sobre “dos clases de poetas sin porvenir: los que protestan por el
Paraíso Perdido y los que prometen una Edad de Oro. Los primeros lisonjean
sueños que el hombre persigue desde su madurez; los segundos seducen hasta el
momento en que demuestran su espíritu de tiranía”. Habla el mismo Menard de
“los poetas ideólogos” para quienes “el fanatismo o la esterilidad son su
refugio”. La poesía es algo más que un catálogo de ideas. Los francotiradores
del inmediatismo político veían mal a Rubén Darío porque cruzaba en medio de
gallineros en Managua pero los imaginaba cisnes, veía indígenas chorotegas sin
dientes pero creía que eran princesas de una corte de Versalles, con lo cual
también condenarían a cualquier caballero de triste figura capaz de trocar,
como todo gran poeta, molinos en gigantes, mujeres de espléndida fealdad en
arquetipos de belleza. “La verdadera poesía no consuela de nada”, decía René
Menard.
Aunque el poeta
sabe que, más temprano que tarde, será como todos los hombres victimizado por
la realidad, le opone la palabra al nombrarla, tiene clara conciencia de que
pastorear lo real, domesticar lo real para sumergirse en zonas de significado
mitológico, es una función devoradora. Ese “cambiar la vida”, la vieja divisa
de Rimbaud, cada vez parece asistirlo menos. Pero es su aspiración el encuentro
con la esencia, la búsqueda de una ética ligada a la belleza superior lo que lo
pone en contacto con la eterna fugacidad, con lo que huye llevando en sí
jirones de otras realidades más complejas. Realidades que, al cambio feroz de
los días y aún de los milenios, exigen particularmente unos nuevos tratos con
el lenguaje.
La poesía se
parece, en su calidad invasora, a la araña que sube por la escoba que la barre:
pone un contrapunto a la razón. Y es en esa satanización de lo poético en aras
de la realidad que pregonan los tiempos y que pregonan las sociedades
hipnotizadas por el miedo a pensar, donde -de nuevo la araña trepa a la escoba-
le queda a la poesía su antigua y renovada condición de resistencia. De ese centro
brota el hombre negado a la clonación o al autismo. Es ahí, en el reino
paradojal, donde la poesía expulsada de la República de Platón, que en nuestro
caso podría ser la República de Plutón, tiene un reino de individuos insumisos.
Ser poeta en un
país salvaje es elegir una larga cuarentena, guardar como un talismán la
palabra más breve y, por momentos, la más bella. Esa que en Colombia parece
olvidada, la rotunda voz que casi nadie dice, que casi nadie oye, las dos
letras que conforman la palabra no.
Nunca antes la
poesía y el poeta -y no hablo desde la ideología- tiene mayores estímulos para
diferenciarse del país que no desea suyo. No es un deber ser, no es algo
programático, pero qué necesario es enfatizar la distancia frente al crimen, no
tanto por sentirnos más buenos como por sentirnos lejos de los pases hipnóticos
de la muerte espiritual y del gregarismo tribal frente a la nada.
Libertad y poesía
son dos palabras siamesas: la una conduce a la otra y difícilmente se pueden
separar para que tengan vidas escindidas. A no ser que al enunciarse se trate
de una falsa libertad, como la que está casi siempre en labios de carceleros y
liberticidas, de una parte, y de la impostación poética, de otra.
Esas dos palabras,
esos dos conceptos por los cuales han corrido verdaderos mares de tinta, me
parece que han sido muy bien definidos por una dupla de escritores de talantes
afines y de percepciones cercanas al anarquismo. Albert Camus, que decía que la
libertad es el derecho a no mentir, y Henri David Thoreau, quien afirmaba que la
poesía es la salud del lenguaje.
Lo contrario, la
servidumbre intelectual del poeta y la docilidad del ciudadano, no es otra cosa
que la práctica de una voraz autofagia, una forma de devorarse a sí mismo. Es
la muerte del que disiente, el destierro del outsider, el exilio del fuera de
lugar o del perpetuo insatisfecho. En realidad, más que en un exilio, el
outsider vive ahora su periferia, el
convertirse en extranjero en su propia tierra, muchas veces hasta el extremo de
verse arrinconado en los límites del lenguaje. Todo por saber que la poesía
puede llegar a convertirse en un territorio autónomo, algo así como la banda
sonora de la desobediencia. Por supuesto que ejercer ese derecho a no mentir es
castigado de una y mil maneras por bedeles y comisarios.
La idea orwelliana
de que “si la libertad significa algo es el derecho a decir a los demás lo que
no quieren oir”, en sociedades ensimismadas por el unanimismo conduce hasta al extremo de poner
en riesgo la vida del ejercitante. Del que se atreve a decir, a pesar de todo,
lo indecible.
Cuando John Donne
afirma que nadie puede dormir en la carreta que lo conduce de la cárcel al
patíbulo, podría estar hablando también del poeta. El poeta es el que canta en
medio de las encrucijadas, el insomne frente al destino colectivo que no
obstante hace del sueño su irremplazable alimento. A lo largo de mi vida de
escribano no he intentado otra cosa que ejercer la libertad y con ella la
independencia. Libertad de culto, de ideología, de fortuna, de banderas y
esteticismos. La libertad de ejercer la imaginación sin pagar aduanas, sin el
soberano permiso de nadie.
Soy de la idea de
que mientras persista la imaginación, la capacidad de fabular más allá de la
espesa nata de la uniformidad y el gregarismo, mientras la poesía sea arena y
no aceite en las maquinarias ideológicas y cerradas de un mundo sin matices, el
hastío, el miedo y la miseria, ese trípode en el que se monta la visión del
mundo actual, no extenderá del todo su aire espeso, el agujero negro de la
satisfacción y el aturdimiento colectivo que tanto exaltan los tartufos.
Creo en los poetas
de la intemperie, en los que no sufren la claustrofobia de su mundo intimista,
en los que tienen al mismo tiempo que muchas reflexiones y lecturas, un tramado
de calles, de retículas y trazados por los que transitan los hombres.
Que la poesía es
una religión sin feligreses se nos repite a cada tanto en los medios y en los
bufetes, invocando la inutilidad y llamando al desaliento, y tras manifestarlo
corren a reunirse y a hablar en el esperanto de la tontería y los lugares
comunes, en una religión cuyo único dios tiránico es el embotamiento de los
sentidos, la pérdida irreparable del sentido de la individualidad creativa y la
aventura.
Quisiera repetir
con René Char que “en todas nuestras comidas en común invitamos a la libertad a
sentarse”. Y agregar en consenso con el poeta
que “el lugar permanece vacío pero el cubierto está puesto”. A esto conduce
la mejor poesía.
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islanegra a las 15:36 · Sin comentarios
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20 de Agosto, 2014
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La Biblioteca Nacional de la República Argentina anunció la entrega de su Premio Rosa de Cobre, edición especial, al poeta, investigador y cineasta cubano Víctor Casaus, quien ha dirigido por 15 años el prestigioso Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, institución que generosamente ha contribuido a la promoción y rescate de la memoria y ha construido un puente cultural excepcional entre Cuba y Argentina.
El acto que establece una más que merecida distinción en el marco de hermandad entre ambas culturas, tendrá lugar el viernes 22 de agosto a las 14 hs en la Sala César Tiempo, 1er piso, de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, en Buenos Aires. Desde la revista Isla Negra saludamos la iniciativa y celebramos a Víctor Casaus, uno de nuestros poetas de patriagrande imprescindibles.
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islanegra a las 14:56 · Sin comentarios
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21 de Marzo, 2014
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La poesía nombra el brillo y su reverso
La poesía nombra el brillo y su reverso. Un poeta la
vio como un cometa perdido en la noche universal, alumbraba mundos varios,
llevaba su luz hacia las esquinas liberadas. Allí estaba entre las multitudes,
decretaba el fin de toda guerra, años cuarenta, del siglo pasado. Antes estuvo
en Madrid, montada en los trenes en busca del quinto regimiento, encendía el
fuego ácrata de las minas y los sindicatos, la patata roja de Miguel Hernández.
Dos peldaños más abajo agitó su antorcha entre los cables de la plaza roja,
sonaba las campanas de las grandes catedrales: el humo de las fábricas expandía
el desafío igualitario por toda Europa.
La poesía es pez soluble que nada a contra corriente,
monta querellas en los campos magnéticos, juega y danza con aquellos muchachos
de los años veinte. Abarca espacio lúdico, se entromete en los festines de los
poetas áulicos y les revienta el laúd en la cabeza a los reyes. Si se le quiere
enjaular, resultaría inútil para los celadores, ella sería capaz de invertirles
las señales que dan hacia los pasos perdidos.
La poesía vive fuera de nosotros desprendida del
claustro donde ardía en llama viva Teresa de Ávila: santa poesía que escondes
el verbo balbuciente de Juan de Yepes en la trascendencia, te adoramos en los
pulpos de seda que entrevió en los espejos de París aquel Isidoro Ducasse:
malditos marineros que apagaron su pipa en el corazón de Baudelaire, ¡abajo el
general Aupick! François Villon esta noche mereces tu copa de ajenjo.
La poesía hizo que Vishnu en su cielo de oro y
esmeralda nos devolviera al Ganges desde sus divinos pies; convirtiera el prana
divino en cantares de gesta; poesía necesaria, verbo profético para los días
venideros. En el catálogo cotidiano nos enumeró los manjares divinos y los
colores de la naturaleza. El hombre y la mujer enlazados en las infinitas
posiciones de la lujuria, atados de manos y pies hasta esparcir su simiente más
allá de su casa.
Bienvenidos todos y bienvenida la infatigable poesía.
La poesía también es fiesta innombrable, es el río que llena las habitaciones y
cubre con su manto los últimos pasajeros de calles de sol y de nubes. Poesía es
vestidura y protección de los días alados y desérticos, túnica posible, amor
por los ausentes, poesía es el día que comenzó a nacer.
enviado por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, Venezuela
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islanegra a las 20:04 · Sin comentarios
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28 de Diciembre, 2013
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1.- ¿Quién en el Zulia ha sido informado oficialmente de los resultados del negocio carbonífero en los últimos 20 años? Nadie. 2.- ¿Cuántas toneladas se extrajeron, de qué calidad es ese carbón, a qué precios se vendió y a quién? Nadie lo sabe. 3.- ¿Qué beneficios ha dado el negocio y a manos de quien fueron a parar? Un misterio. 4.- ¿Cuáles han sido los efectos negativos sobre el ambiente, a qué organismo fueron reportados y qué medidas se han tomado para mitigarlos? A nadie han informado. 5.- ¿Cuál es la situación actual de mina Paso del Diablo, es cierto que existen serios problemas ecológicos y que se transgredió la planificación original por parte de concesionarios anteriores, que casi impiden la operatividad de los equipos en el terreno? 6.- ¿Es cierto que en Mina Norte existen lagunas artificiales con aguas residuales cargadas de azufre y plomo, entre otros contaminantes, que se han desbordado hacia los ríos en tiempos de inundación sin haber sido tratadas? 7.- ¿Hasta qué punto han afectado estos fenómenos las aguas del río Limón y sus afluentes? 8.- ¿Si en 2005 ya los niveles de partículas en el aire eran altas, cómo estarán hoy día? 9.- ¿A quién consultaron para dar permisos de afectación para explorar más minas en el Socuy y Cachirí? 10.- ¿Tienen conciencia los agentes económicos interesados en esas minas que el agua de los municipios Mara, Guajira, Maracaibo, San Francisco, Lossada y hasta el complejo petroquímico El Tablazo, vienen de esos ríos represados en los embalses de Tulé y Manuelote y de la toma El Brillante del río Guasare? 11.- ¿Saben los habitantes de estas poblaciones que nuestras aguas serán afectadas directa y masivamente por la actividad de estas nuevas minas? 12.- ¿Por qué un país petrolero por excelencia se empeñaría en producir marginalmente un producto sucio como el carbón que compite con nuestra principal fuente de ingresos fiscales y divisas? 13.- ¿Por qué un país potencia gasífera querría generar electricidad altamente costosa y contaminante a partir de carbón, en detrimento de la ciudadanía que sufrirá la contaminación de su aire y de su agua? 14.- ¿Alguien se cree el cuento chino de que más minas y una carboeléctrica no contaminarán? 15.- ¿Alguien puede explicarnos por qué el 50% de la tragedia ecológica que sufren en China tiene sus causas en las carboeléctricas? 16.- ¿Qué actividad produce más empleos en la subregión Guajira: la pesca, la agricultura, el “bachaqueo” o el carbón? 17.- ¿Qué relación hay entre ciertos protagonistas del Golpe de Estado de Abril de 2002 y el negocio del carbón en el Zulia? 18.- ¿Alguien le consultó a los pueblos originarios con jurisdicción ancestral en las cuencas de esos ríos: los añú, dueños legítimos del Macomiti (Río Limón), y los wayúu, vecinos del norte del Guasare? 19.- ¿Alguien se ha preguntado hasta qué punto ha incidido la explotación carbonífera en la sedimentación acelerada de la Laguna de Sinamaica y su peligro de desaparecer como poblado añú por excelencia? 20.- ¿Alguna de estas personas que quieren abrir más minas en las cuencas de nuestros ríos ancestrales “y que para una carboeléctrica” (puede ser un señuelo), tendrán idea del daño que esta locura causará al Lago de Maracaibo en su lecho más frágil: la bahía de Uruwá, donde desemboca el Macomiti, única fuente de agua dulce en el norte del estuario? Ildefonso Finol Constituyente de 1999
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islanegra a las 16:45 · Sin comentarios
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no se vende ni se compra ni se alquila, es publicación de poesía y literaturas. Isla Negra es territorio de amantes, porque el amor es poesía. Isla Negra también es arma cargada de futuro, herramienta de auroras repartidas. Breviario periódico de la cultura universal. Estante virtual de biblioteca en Casa de Poesía. |
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Gabriel Impaglione
poeta argentino residente en Italia director revista internacional de poesía Isla Negra fundada el 1 de abril de 2004
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