Entre-vista
en tramos-e realizada por Rolando Revagliatti
Francisco Alberto Chiroleu nació el 27 de
marzo de 1950 en Rosario (ciudad en la que reside), provincia de Santa Fe, la
Argentina. Es Maestro Normal Nacional, Maestro de Música, creativo
publicitario, webmaster, fotógrafo, redactor independiente. Desde 1980 se
desempeña como editor no lineal y soporte técnico en Canal 5 de la empresa Telefé.
Es secretario de actas de SATSAID (Sindicato Argentino de Televisión) en la
seccional de su ciudad. Entre 1971 y 1976 editó la revista “El Vidente Ciego”
(nueve números). En esos años participó en diversas actividades culturales, así
como en cuatro festivales de poesía en la ciudad de Villa Dolores, provincia de
Córdoba. Fue jurado en concursos y disertante en mesas redondas articuladas a
partir de temas afines al universo poético. En 1981-1982 coordinó la sección
literaria de la publicación “Todo Río” y en 1982-1983 de “Lo Mejor de Rosario y su Gente”. Fue
incluido, entre otras, en la antología “El
Verbo Descerrajado” -poemas en solidaridad con los presos políticos de
Chile- (Apostrophes Ediciones, Santiago de Chile, 2005). Colaboró en diarios y
revistas del país y del extranjero y parte de su quehacer se tradujo al
italiano y al catalán. Participó en el Dossier Roberto J. Santoro (Nº 20 de “El
Colectivo”, Paraná, provincia de Entre Ríos, 2008). En 2003 su relato
documental “Carrera contra el destino” fue seleccionado por el Movimiento
Argentino de Documentalistas en el certamen “Rodolfo Walsh”, publicado en “Escritos Documentales” en 2004 y
presentado en la ciudad de Buenos Aires y en Rosario (en ocasión del “Congreso
de las Lenguas”). Además de ser sus textos divulgados en blogs y revistas
electrónicas, desde 2001 es el responsable de www.lexia.com.ar. Es miembro de
la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina y de la Asociación de
Poetas Argentinos. En reconocimiento a su trayectoria, el 22 de noviembre de 2011
le fue otorgado por COSITMECOS (Confederación Sindical de Trabajadores de los
Medios de Comunicación Social de la República Argentina) el Premio “Alberto
Olmedo”. En 1974 se edita el volumen antológico (1969-1974) “El reloj de humo”; dos años después su
poemario “Memorias de la estación de las
lluvias”; y en 2011, “Blues del Desarmadero”.
1 – Acaso pudiéramos comenzar
este reportaje con tu trasmisión de cómo estuvo conformada tu familia nuclear,
de qué visión tenés, Francisco, de tu niñez y adolescencia, de tu formación
docente, de tus derivas laborales, de tus búsquedas artísticas, de tus logros y
vicisitudes en las diversas áreas, de tus compromisos a través del tiempo, de
tu actualidad.
FCH – Bueno, podríamos decir que
tres de mis abuelos eran piamonteses y el paterno, francés. Esa sensación de
extranjeridad, de no estar ni aquí ni allá fue un poco la constante de la
familia. Mis padres eran gente de “trabajo” que se desvivieron para que a mis
dos hermanas y a mí no nos faltaran ni educación ni las cosas elementales. Yo
siempre me incliné por lo técnico y electrónico, pero el mandato familiar
prevaleció y terminé de maestro normal; y de piano, teoría y solfeo (como se
decía en esa época): de hecho, estuve trabajando tres años de maestro de música
en una escuela de extramuros. Comencé medicina y psicología pero no las seguí,
siempre la vida planteaba alguna excusa. Paralelamente empezaba a desarrollar
esa relación tan extraña con la palabra y con las imágenes que se esconden tras
sus infinitas combinaciones. Es decir, leer todo lo que pasaba por mis manos y
tratar de expresar un montón de ideas con lo escrito. Primero había conseguido
un puesto en Sanidad Municipal, sección vacunas, donde estuve siete años. El
sueldo era ínfimo, pero me permitía vivir la “bohemia” de esa época. De ahí
salté a la etapa de maestro, después fui
cuentapropista y terminé hace mas de treinta años ingresando al actual trabajo.
En honor a la verdad, ingresé como “creativo publicitario”. Puedo decir que
viví del “verso” durante mucho tiempo, hasta que migré al área informática en
la que me muevo bastante bien.
En medio de todo esto
estuvo el proyecto del Vidente y el vendaval de un mundo que podría haber
cambiado. El golpe cívico-militar de 1976 se encargó de eliminar todo atisbo de
inteligencia. Cualquier persona que pensaba era peligrosa. Allí empezó una
etapa de muertes, desapariciones y el exilio para otros, los mas afortunados. Otros
padecimos el exilio interior… Desarticuló nuestra generación. Higa, Santoro,
Haroldo Conti entre otros colegas, fueron secuestrados y desaparecidos. Las
derrotas se superan, los amigos perdidos, no…; para colmo, hace unos años me
enteré de la muerte de Tito Gigli, otro entrañable –un poeta enorme-. A pesar
de todo, con mi pequeño aporte siento que hice numerosos amigos (entre los que
te cuento) con los que compartir esta tarea.
En mi actual trabajo
comencé a desarrollar una actividad sindical en la que hay un fuerte
compromiso. Entre todas las actividades me hago un tiempo para lo que realmente
me gusta -jugar con las palabras-, trabajar en la web, y a veces sigo buceando
como antes en ese interminable viaje hasta el final de la noche.
2 – ¿Tendrás presente que en
nunca supe qué número de 1975 de “El Vidente Ciego” me publicaste un poema?...
En verdad, no sé cómo lo sé, pero lo tengo anotado… ¿Me habrán informado bien?
Y es de este modo que te instalo en aquella propuesta. Y que te invito a que te
refieras a ella. Es consultando el volumen “30 Años de Revistas Literarias
Argentinas” (1960-1989), cuyo autor es el fallecido investigador de estos temas, José M. Otero, médico de
profesión y vecino mío, que me entero que, entre otros, se han difundido en “El
Vidente Ciego” a María del Carmen Vitullo, Homero Manzi, Amaro Nay, Enrique D.
Záttara, Fernando M. Martínez, Juan Carlos Higa y Eduardo A. Vergara.
FCH – Podría asegurar que fuiste
publicado en el número 8. El proyecto del Vidente motivó que un grupo de
jóvenes entusiastas nos reuniéramos a discutir y analizar poesía. Todos
estábamos empezando. Fue una satisfacción que Záttara, Vedovaldi y Vitullo
fueran colaboradores. No puedo dejar de mencionar al periodista Zoilo García
Quiroga, que aportaba no sólo sus poemas sino su experiencia en los medios
gráficos. Tito Gigli trasmitía su vasta cultura. También Rubén Sevlever, Alberto
Luis Ponzo, Martha Isa y muchos más pasaron por nuestro proyecto. Sin olvidar
el lado audiovisual: “El Vidente Ciego Cuenta” y “Aries la espalda llena de
luces”, nuestro segundo proyecto en el cual nada menos que Daniel Querol
interpretó los textos y que fue pasado durante bastante tiempo en “La Sala de
Bolsillo”, además de la Galería “Meridiana” en tu ciudad -toda una aventura-.
Combinábamos las presentaciones con poemas ilustrados, cantautores locales y
hasta proyecciones de cine español de vanguardia.
Estaban los viajes a
los encuentros de escritores (Villa Dolores) y las participaciones
en los mismos. Presentamos en Rosario el último número de la Revista “Barrilete”
con sus autores y todo en “La Pequeña Muestra” del poeta Armando Santillán, que
siempre colaboraba con la “causa”. El artista plástico Aldo Ciccione (Chacal)
nos acompañó en nuestra última etapa. Publicamos y difundimos cuatro
libros y numerosas plaquetas y
separatas. Por un tema de costos la imprenta siempre estuvo lejana. Cuando
pretendimos cambiar de soporte, ya el mundo se caía a pedazos y nosotros con él.
La experiencia llegó
un poco tarde, pero dicen que al hecho consumado nunca hay que negarlo. He
notado con sorpresa que siempre hay gente que se acuerda cálidamente del
Vidente, parece que tan malo no ha sido el intento. Celebro la mención en el
estudio de Otero. La gente de la Revista “Amaru” también ha hecho lo propio en otro
artículo.
3 – Diría que “El Verbo
Descerrajado” –propuesta de la que he sabido cuando se gestaba- merecería que
nos refirieras, Francisco, cuáles fueron sus características, qué repercusión
obtuvo, si es hallable en la Red.
FCH – En el año 2005, a través de www.poetasdelmundo.com recibí la noticia
de que se estaba seleccionando material poético para apoyar la resistencia de
un grupo de presos políticos chilenos, que había iniciado una huelga de hambre en
la Cárcel de Alta Seguridad, pidiendo
por su libertad. Eso había sucedido
durante el primer gobierno democrático post Pinochet. Poetas del Mundo es otra
de las experiencias que comparto; es un movimiento internacional que nuclea a numerosos
“trabajadores de la palabra” alrededor de postulados universales como la paz, la
libertad y el respeto entre los pueblos. El material fue publicado por Ediciones Apostrophes en Santiago de Chile,
compilado por Luis Arias Manso. Una excelente edición. Por lo que sé la
distribución fue un éxito, tuve que esperar una reedición para poder conseguir
otros ejemplares. En estos momentos
habría que pedirlo a la editorial o consultar a los sitios de venta on-line en
internet que lo tengan. Participaron más
de ochenta poetas de la Argentina, Chile, Uruguay, Brasil, Nicaragua, España, Portugal,
entre otros países. Desconozco si existe una versión en PDF.
4
–“Carrera contra el destino”, relato documental: he aquí una obra que también
estaría bueno que nos la “muestres”.
FCH – Cuando en 1975 desapareció
por primera vez Juan Carlos Higa, yo estaba a la sazón en tu ciudad, con
Santoro, Humberto Costantini, Vicente Zito Lema, Conti, etc.: teníamos una
reunión con gente de Cultura. Al pasar el tiempo y no encontrarlo, primó la
solidaridad y se organizaron diversas búsquedas, hubo falsos datos, dinero dado
a informantes… A mí me tocó ir con Haroldo es su auto hacia uno de esos
supuestos contactos. Como él no veía bien o tenía la vista cansada, no recuerdo
bien, me pedía que lo guiara. Imaginate la situación –un ciego guiando a otro
ciego-, yo no conocía los lugares. Le informaba lo que veía, pero no sabía
hacia donde íbamos y él me contaba de sus viajes y el río. Pero llegamos a buen
puerto. Hubo después otros eventos, una mujer, golpes de la vida y un final
triste. De eso se nutrió “Carrera contra
el destino”; se fue armando como antídoto contra el olvido. Y cuando el
Movimiento de Documentalistas convocó en 2003 al “Primer Concurso Internacional
de Escritos Documentales Rodolfo Walsh” y vi las bases, no lo dudé. Cuando
empecé a darle forma salió casi de un tirón. Después vinieron las correcciones.
Pero me gusta como quedó. “Escritos
Documentales” fue publicado en 2004 y allí figura junto a otros quince
relatos finalistas. Nunca fue un “cuento”; es un relato documental, con sus verdades y sus
ficciones, pero es mi pequeño homenaje a Haroldo Conti. De paso te cuento que
siempre conservé como una reliquia un trozo de la carta escrita a máquina y
firmada, en la que él me autorizaba a usar una cita de su cuento “Tristezas de
la Otra Banda” para un epígrafe de uno de mis libros.
5
– Desde luego, pinchando sobre www.lexia.com.ar quienquiera
puede de inmediato dar con cuantiosos materiales de diversas fuentes. Tras más
de una década como único responsable del Sitio, te propongo que compartas con
nosotros cómo te has ido sintiendo –entusiasmos y decaimientos-, qué
satisfacciones y qué decepciones te dieron alcance, cómo prevés proseguir.
FCH – Sabés que siempre me
interesó la difusión del trabajo de los otros. Mi sueño hubiera sido tener una
editorial. El soporte virtual es excelente para nuestro trabajo en cuanto
permite una comunicación rápida y aceitada con los lectores y/o autores. Empecé
el sitio como algo personal y se transformó por esa interrelación con los otros
. Siempre dentro de las normas
legales de registro nacional e internacional, por supuesto. Todos los costos de
alojamiento y mantenimiento están a mi cargo. A veces algún autor preguntaba si
la colaboración se pagaba… No: quien lo
desee, ofrece sus materiales y luego de un proceso de selección, se publica.
Hay autores que agradecían emocionados la publicación y otros que nunca “acusaron
recibo”. Se mantiene una constante de 500 visitas mensuales, con altos picos
ocasionales. Con el tiempo se ha formado un grupo de gente con los que mantengo
una fluida relación vía correo electrónico. Muchas veces tuve ganas de
cerrarlo, sobre todo cuando se armaban polémicas en torno a poetas publicados o
ciertos hechos políticos. Polémicas inútiles porque no se sacaba nada en
limpio. Pero puede más el optimismo y es así que ahora estoy en una etapa en la
que lo migraré a un servidor local mas potente y con más prestaciones. Lo que
me permitirá “lavarle la cara”, sacar las hojas secas y revitalizarlo. Hay
alrededor de veinte poetas esperando que los suba y estoy preparando sus
colaboraciones. Es un trabajo que no se puede detener. Hay que hacerlo todos
los días. El diseño web lleva su tiempo, la ventaja es que siempre es
perfeccionable. Todo se puede modificar o corregir.
6 – En “Preliminares de un juego
canibalístico”, título del prólogo que el poeta santafesino Rubén Vedovaldi
concibiera para tu último poemario, afirma: “Entro a estas páginas con las
resistencias de quien tiene que ir a la morgue a reconocer cadáveres
queridos.” Para quienes no han entrado a
esas páginas: ¿Por qué Blues, por qué Desarmadero? ¿Por qué esas ilustraciones
(técnicas mixtas) en tapa e interior creadas por Bruno Chiroleu? ¿Por qué una
de las citas que constan en la página 5, tomada de “El siglo de las luces” de
Alejo Carpentier, expresa que “Hay épocas hechas para diezmar los rebaños,
confundir las lenguas y dispersar las tribus”?
FCH – Cuando le encargué a mi hijo
Bruno que me ilustrara el poema “Blues del Desarmadero”, no sabía que allí se
iba a terminar de armar el libro. No le sugerí nada, tenía total independencia
para desarrollar su trabajo. (Te aclaro que hace tiempo que es historietista y tiene su
propio proyecto editorial, “Términus”, que ya va por el quinto número). Cuando
me mostró el resultado entendí que esa sería la tapa del libro. El desarmadero
puede ser la metáfora siniestra de un país que se devoró a lo mejor de su
futuro. Sus hijos…. También el
rebaño es eso, un grupo, una clase, una generación. Los que no pueden elegir. Los
que no pueden levantar la cabeza y solo les queda aceptar una muerte o un
escape a otro prado.
El querido prologuista entró a las
paginas del “Blues…” sabiendo que iba
encontrar cadáveres. Su interpretación en perfecta: nadie quiere entrar a una
morgue, pero alguien tiene que hacerlo, es de cristiano el cerrarle los ojos al
compañero muerto y efectuar ese ritual –si se puede- del último saludo. El
libro se fue gestando a través de los años de silencio; la selección final y
los retoques obsesivos permitieron armar en menos de una semana el “muestrario
de atrocidades”. Entiendo, soy conciente de que a mucha gente le molesta esa
temática. Tengo la sensación de que hacen como que no saben de qué se habla,
pero sí, se irritan y algo se les remueve en sus pequeños mundos de falso
confort . Pero tenía que hacerlo. Por mis amigos, por el recuerdo de mis
amigos, como testimonio de una época. Por el recuerdo de los ideales perdidos.
Por todo eso.
7
- ¿Tenés en lista de espera, Francisco, otros poemarios, o inéditos en algún
otro género? ¿Y qué libros, o qué autores, tenés en lista de espera para ser
leídos?
FCH
– Estoy
embarcado en el proyecto de Libros Fractales que organiza Rubén Eduardo Gómez en sus ediciones
patagónicas de “Vela al Viento”. El mío sería el libro décimo segundo. Ya tengo
casi todos los poemas y la duda es el armado temático. Estoy trabajando otros materiales con los cuales terminaría otro
para este año. Y ando concluyendo
una especie de novela policial, que como diría Reynaldo Sietecase, es un género
que lo permite todo.
Siempre he leído y leo
en cualquier circunstancia. Me adapté a hacerlo desde la pantalla, lo que me da
un margen extra. Aunque me fascina el sustrato “libro” y creo que moriré con él.
Estoy leyendo el volumen tres de la correspondencia de Cortázar. Releyendo “Fragmentos
de un discurso amoroso” de Roland
Barthes, junto al manual del Photoshop
Cloud, un clásico de la gráfica. Y ahora me reencontré con “El lugar” de Mario Levrero.
En lista de espera por tercera vez, José Lezama Lima y su “Paradiso” y la edición bilingüe de la
poesía completa de Walt Whitman.
8
- ¿Qué es un poema?... ¿En qué consiste la vivencia poética?
FCH
– No
sé si alguien lo dijo o lo imaginé…: “hacemos
poesía por lo que nos falta”; siempre
pensé de esa forma, desde el momento en que el mundo puede ordenarse
mágicamente. Como que todo es posible dentro del poema, siempre por obra y
gracia de la palabra. Es un cable a tierra donde no siempre lo que se dice es lo
que se quiere decir. Aunque un verso mejora al otro, lo complementa, lo
completa. Muchas veces he leído en
público, tímidamente, un poema mío y de pronto los gestos humanos de los que
escuchan me revelan que una imagen llegó, que ese instante que se congeló en el
poema fue entendido. Que todavía se puede compartir algo, a pesar del tiempo. Hay algunos que salieron “redondos”, se
gestaron así y no se tocaron. Y gustan y
ME gustan.
9
- Es de un ensayo sobre poesía que sustraigo de un párrafo “la visión, el
bosque, la ceremonia, las miniaturas, la ciudad, la danza, el sacrificio, el
sufrimiento, la lengua, el pensamiento, la autenticidad, la muerte, el azar, el
desajuste”. ¿Cómo reordenarías a tu gusto, parcial o totalmente, esta serie? Y
puede ser más de un reordenamiento.
FCH
– Las
miniaturas, la visión, el bosque, el sacrificio, el sufrimiento, el desajuste,
la ciudad, la danza, el azar, la autenticidad, el pensamiento, la lengua, la
muerte.
La ciudad, el bosque,
las miniaturas, el azar, el desajuste, la visión, la danza, el sufrimiento, el
pensamiento, la lengua, la autenticidad, la muerte.
Estos elementos dan
como para un relato breve: “En el bosque de las miniaturas, la única visión de
la autenticidad era la muerte. El sacrificio en la ceremonia impedía el
pensamiento. En la ciudad solo el azar y el desajuste eran los aliados de la
lengua…”: salió medio borgiano.
10
- ¿Qué es más importante en poesía,
suscitar imágenes o conseguir cadencias musicales?
FCH – Hablo por mí, me encanta el proceso de creación, si
es que se puede crear algo todavía. El
armado y la combinación de las palabras para que la imagen sea justa. O al
revés, darle forma a esa imagen que apareció de pronto sobre la hoja en blanco,
o en la pantalla. El armado de las
imágenes inevitablemente lleva a una cadencia musical, si entendemos como que
hay todo un hilo musical que atraviesa las palabras, sube y baja en escalas y
que cierra todo ese desarrollo con un acorde perfecto (si aparece). Gaston
Bachelard decía: “Se renueva el sueño de un soñador en la contemplación de una
llama solitaria”; y el soñador se introduce en el mundo de los poetas. Y la
poesía es y no es un sueño. Es un suicida que no se mata porque la muerte
existe (Cioran dixit). Es un ser que hay que cuidar, acompañar, sentir, es algo
más que el amor, es algo más que un todo perfecto.
11 - ¿Cuál debe ser la postura del escritor
ante la injusticia de una situación política?
FCH – El escritor hace su trabajo en la soledad. El mundo
exterior a veces lo golpea y entonces es que reacciona. De cualquier forma lo
único que tenemos es la palabra y con ella hay que moverse. La contradicción
entre obra y acción ha llenado bibliotecas. Desde que Jean Paul Sartre sentenció
“De qué sirve la literatura en un mundo que tiene hambre…”
corrió mucha tinta y
mucha sangre. Una cosa es lo que se pueda hacer como escritor y otra como
ciudadano. El hombre en su tiempo es algo que hay que contemplar porque de
alguna forma también condiciona la obra. Y ante la injusticia nos queda la
denuncia, la difusión, la organización. Por ejemplo ahora, el crimen y la
injusticia siguen asesinando al pueblo palestino.
12 - ¿Qué opinás de la poesía de tu
generación? ¿Te sentís identificado con una generación literaria?
FCH - Tengo dos identificaciones “mortales”: el
surrealismo y la Beat Generation.
Sin olvidar los
clásicos Pablo Neruda, Amado Nervo, Gustavo Adolfo Bécquer, César Vallejo… El
inmenso Raúl González Tuñón. Paul Eluard, Charles Bukowski, Gregory Corso,
Lawrence Ferlinghetti, Allen Ginsberg… En cuanto a “mi generación”, reconozco
la obra de Eduardo Dalter, Amaro Nay, Jorge Boccanera, Alejandro Schmidt, Guillermo
Ibáñez, Celia Fontán, Gustavo Tissoco, María Teresa Andruetto, Rubén Vedovaldi,
Lina Caffarello, la tuya, por supuesto. Todos con sus luces y sombras. Se me
escapan ahora un montón de nombres que
aportaron lo suyo a esta odisea terrestre.
13 - ¿Qué agrupamientos de poetas de
Rosario, de las últimas seis décadas,
podrías rememorar para nosotros?
FCH - ¡Ay!, es complicado… “El Lagrimal Trifurca” de los
Gandolfo (padre e hijo, Francisco y Elvio), que marcó un parámetro de calidad
cultural. Estaba “Runa”, dirigida por
Guillermo Ibáñez, que más tarde iba a generar “Poesía de Rosario”, publicación
que sigue activa. “La Ventana” de Orlando Calgaro, que devenida en editorial
destacó por su labor entre los 60 y 70. ”Juglaría”, con el recordado Reynaldo
Uribe, fallecido el 12 de enero de este año. Ediciones “Ciudad Gótica”, con su
más que interesante revista. Sin olvidar lo que fue el proyecto de la
Biblioteca Constancio C. Vigil con su editorial.
*
Francisco
Alberto Chiroleu selecciona para esta entrevista, en agosto de 2014, seis
poemas de su autoría:
POEMA 10
(al gorrión
Sabés ese es el
problema
cuando se toma
agua
de un pozo en la
noche estrellada
Se tragan algunas
estrellas
y duelen
Caminan por el
cuerpo
se clavan en el
corazón
salen por los ojos
brillan en la
boina
(también hay otras
tiernas cuando me miras y te miro)
Y entonces no
importa
que la mesa tenga
tres patas
si querés hacer un
barco de azúcar
que navegue en un
mar de café
aunque la gente
haga ruido
y vos tomés una ginebra y te marees
marinera en tierra
y las estrellas se
mareen también
Y al final sos una
mezcla rara
de estrellas con
ginebra
que se agitan
ríen
hablan
brillan
y suenan...
26/06/73 ( De “El Reloj de Humo”)
*
El notario
Salta los charcos
bajo la lluvia de
febrero
Lleva la historia
de su vida
bajo el brazo
izquierdo.
Febril manuscrito
de noches sin
sueño
Hojas numeradas,
cientos de papeles
Pesados testigos
de una inexistente
vida exterior
No sabe porqué
la lluvia no lo
moja,
ni humedece su
doloroso tesoro
Pasa entre las
gotas
sin involucrarse
con ellas
Como su corazón
que de tanto
equivocarse
despertó una
mañana
en otro pecho.
(De “Ceremonia’s”- inédito)
*
Réquiem por Polosecki
La diesel ligera
avanza
en el mediodía
de la estación de
Santos Lugares
En la noche del
hombre
que había visto
demasiadas cosas
A ese hombre
al que ya no le
cabía ni siquiera su nombre
Había visto su
pesadilla una y otra vez
en los ojos de sus
entrevistados
los
ignorados/marginados/usados
/deshechos del
sistema
Ellos también
tuvieron su instante de gloria
mientras el grababa
en su cabeza esas historias
Las manchas de
sangre en las ruedas motrices
de la locomotora
se van secando lentamente
Se desvanece una
ilusión de vida
en el otro lado
del espejo
Molesto testigo
del sistema
el periodista
rubricó su mejor reportaje
Sus verdaderos
compañeros de ruta
murieron con él
ese fatídico 3 de diciembre.
(Inédito)
*
CHANI
¿En qué rincón olvidé el brillo
de tus ojos
y la ternura del beso
clandestino?
¿En qué veleta el viento de la
historia
señaló ese primero de Mayo
en que nos vimos frente a
frente,
en la ciudad extraña y sus
lloviznas,
por esas raras paradojas de los
trenes
Entre tanto desamparo tu mano
fue el único puerto conocido
Esa vez fuimos dos/tal vez uno
solo vos y yo podríamos decir
qué
Tu pequeño nombre se dibuja
entre mis sueños
busco rastros de tus cabellos
cortos/
encuentro paisajes desolados
La risa de ayer es un grito
vacío/tu mundo convertido/
en andenes sucios/miseria
suburbana/
con sicarios de la muerte en
todas las plazas
No me queda nada por llorar/ni
piel que recordar/
acudo al rincón de mi
cerebro/donde siempre estás
No sirve
Es inútil hablar con las
paredes
Recrear una ceremonia nocturna
de adioses/
Negar por tercera vez una
certeza/
que se
ha vuelto tan real como tu ausencia.
(de
“Blues del desarmadero”)
*
“Jack The Ripper”
Jack
artesano
incomprendido
Entre niebla y
ladillas
en los bajos
fondos del deseo
Las chicas de la
vida
extrañan
tu visita
inesperada.
(de “Ceremonia’s”- inédito)
*
Ceremonia Secreta
En el viejo café
hormigas
alborotadas
alimentadas con
trozos de piel
Silbando aires de
Mingus
Diarios
fotografiando peces
impregnados de
venenos industriales
Nadie recordaba
el barco perdido
del almirante Cook
Tu índice recorría
el borde de mis
labios
El deseo nos
llevaba
a una zona
defoliada
Tu piel
interminable
leyenda
La brevedad de una
rosa negra
sumergida
en oxígeno líquido.
(de
“Ceremonia’s” –inédito)
*
Ciudades de Rosario y
Buenos Aires, distantes entre sí unos 300 kilómetros, Francisco Alberto
Chiroleu y R. R., agosto 2014.
*
http://www.revagliatti.com.ar/050512_chiroleu.html
www.about.me/rrevagliatti