San Fernando, Buenos Aires, Argentina – 1935 (Madrid) -2016
Poema de amor en el exilio
Vos me trajiste aquí
vos me tiraste desnudo en esta cama
vos me dijiste que cada cosa tuya era mía tu corazón
mío
vos fuiste quien me regaló la primera luz
tantatiniebla
me arropaste me diste sopa me hablaste de un mundo
mediúmnico
las cosas eran lo que eran pero las ceñían fuerzas atadas
yo te seguí fuí tu perro troté con vos la lengua
afuera
una casa otra casa y más allá otra casa y al fondo los
barrios
vos tenías un amor otro amor que no era yo alguien
fantástico
me hubiera gustado oírte reír como decían que reías
pianoalado
vos rompías la verdad eras la verdad nada más que la
verdad
la existencia esa maldita molestia que no nos entendía
engañasombras
vos me arrimaste a tu pecho escuchabas mi fracaso
infatigablemente
éramos dos que éramos uno y éramos uno que éramos dos
toda la vida
no cerrabas los ojos de noche tus ojos no podían ser
cerrados
no eras de las personas que obligan a exámenes de
conciencia
jamás cerraba los ojos todo el tiempo los mantenía
frescos
limpios Ilenos graciosos espectaculares lascivos
tiernos ágiles
por tus ojos yo fuí otra vez múltiples yo me dejaste
ser me abriste
eras lo contrario a un espejo deformante de un parque
de diversiones
– en el lugar que debiera figurar incandescente léase
cenizas –
me dejaste muy solo tanto que temí que no volvieras
regresasiempre
mirá que han pasado muchas aguas sangrientas bajo el
puente
las últimas inundaciones se Ilevaron el muelle de mi
vida
aún las casuarinas negras silban frente al malón de
ausencias
y todos los fantasmas desgraciadamente están en su
lugar
el agua no se detiene nunca según don jacinto jamás se
para
vimos el río de tus primeros versos sobre una rosa
maltratada
vos me enseñaste a hablar me dijiste no digas
brillabas de día
qué hacía yo antes de vos se me caían de las manos las
palabras
yo era tu niño azul el carapálida las patitas flacas
del nene
resultaba difícil crecer a tu lado eras mas grande que
cualquier cosa
y eras pequeña eras un jazmín en un vaso al alcance de
la mano enferma
ah! qué fresco ruido hacés poema al zambullirte en
este viejo estanque!
yo dormí bajo tu olor como un cachorro bajo un
aguacero de piedras
te soñé venir corriendo hacia mí loca de alegría entre
la gente
y esos sordos asesinos asalariados emboscándonos aún
tiemblo
vos me dijiste que gozara de tu amistad y su inaudita
multiplicación
y te obedecí dignificándome y me rebelé sin rebajarte
habías nacido para hacer lo bueno entre los otros
viejaovejaregia
nada te dejaba indiferente cualquier dolor humano era
tu dolor
y vagaste Ilena de piojos como desarmada taponando
muerte y agobio
esa luz de vela constante al lado del rictus del
agónico es ella
eras lo que no se deja sin quedarse página tan blanca
de block
y me enseñaste a relamerme como un gato sobre el sexo
tu dicha triste
por vos me lavé el cogote las orejas los pies las
partes tibias
todo lo hacíamos juntos dentro de una gran tina con
ruidos resbalones
te dedicabas a mis mortandades las tratabas como si
fueran tuyas
sabías que estaba muerto intoxicado de par en par la
fresca sombra
yo era tu peor parte quién podría proferirlo sin
titubear emocionado
pero me decías que huyera que probara suerte por mí
mismo
vos me mostraste la ley de juego el amor y el odio no
va más
mi miseria se acercaba para dejarte sus cuitas mélanie
klein sin tetas
eras romántica te Ilevabas todo por delante con tus
pezones veleros
y amores varios tenías porque tenías varios corazones
se supo
yo no conocí todos tus amores yo sólo quería ser todos
ellos
sólo quería tenerte para mí con tu pesado pasado mi
tren de carga
que en mi cielo nocturno no flotara otra lunita más
que vos
bien lejos las estrellas venus bien lejos todo fuera
de la galaxia
sólo vos en mi cielo ciego rodeado de las nubes de tus
brazos
vos me politizaste me subrayaste la injusta deuda en
que vivíamos
y no es que fueses única no matabas no mataste
morirías por mí
eras lo espléndido desplegado la algarabía de lo
posible utópica
corregías la realidad con tu fisonomía entrabas todo
se ponía a cantar
decías es mas colorida la pobreza y no fanfarroneabas
sabías
yo te barrí te cociné comíamos frío lo caliente y
caliente lo frío
me transmitiste un orden no la orden no podías mandar
ni aceptar mando
porque éramos uno que eran dos y éramos dos que serían
uno toda la vida