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30 de Marzo, 2013
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Juan Almendares
"...Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor..."...Hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad, para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas... Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario." Ernesto Che Guevara
Los procesos de colonización, recolonización y neocoloniaje tienen raíces profundamente violentas: históricas estructurales o simbólicas que se expresan en la reproducción y expansión del sistema capitalista. Son cinco siglos de dolor y sufrimiento caracterizados por la desigualdad social, la injusticia, el racismo, el sexismo, el autoritarismo patriarcal, la invasión y el saqueo de los bienes naturales, además de la expropiación de los territorios y de la cultura.
Son quinientos años de invasión tecnológica que han aplastado el saber de los pueblos y colonizado la vida y la naturaleza. Los avances técnicos y científicos han servido a la lógica del crecimiento del capital para desarrollar los agronegocios, la industria extractiva, la biotecnología y la informática con el menoscabo de la cultura y la apropiación de la propiedad intelectual. Son herramientas utilizadas para encarcelar y envenenar las aguas, los aires y los suelos con plaguicidas, semimetales y metales pesados liberados por la extracción minera. Son instrumentos de violación de la soberanía alimentaria al crear las semillas hibridas, los agrocombustibles y los productos transgénicos que dañan la biodiversidad y la salud integral.
Son cinco centurias de guerra imperialista, acompañadas de la manipulación perversa de la falsa historia que crea la imagen de la “guerra entre nosotros o nosotras”. El campo bélico, ideológico, económico y político en América Latina tiene diversas formas de expresión que se articulan para constituir una verdadera unidad de producción de violencia cuyos objetivos son dominar, controlar y aniquilar toda fuerza opositora y de liberación. Las formas de guerra, son diversas e inseparables en sus objetivos de dominación y control, y su desarrollo articulado depende del contexto, la coyuntura histórica, los planes estratégicos y la respuesta de los pueblos sometidos.
Las guerras puede ser tradicionales, irregulares, económicas; de conflictos, de baja intensidad, psicológica. Y los brazos guerreristas que se articulan a estos procesos están en el marco e las estrategias mediática, jurídica, ideológica, política y teológica. La guerra tradicional es la que ocurre con la invasión de marines o tropas foráneas aliadas con los ejércitos locales. Es evidente la ocupación del territorio y la participación de soldados extranjeros y mercenarios; tal como ha ocurrido en América Latina, Irak, Filipinas Afganistán, Vietnam y Libia.
La guerra no convencional (algunos le llaman irregular), donde las tropas invasoras y sus bases militares, no obstante estar presentes y activas, imponen en el imaginario social la imagen de que no participan en los procesos violentos y que son las propias poblaciones de los Estados subalternos las responsables de su propio aniquilamiento, creando así la macro idea de que la “guerra es entre nosotros y nosotras” cuando en realidad es el sistema imperialista el que crea “la guerra contra nosotros y nosotras” al promover la militarización, la formación de torturadores, los gastos en armas; además de que responsabilizan a los pueblos del tráfico de drogan cuando son los países neocoloniales los que tienen el mayor consumo y producción de tales drogas, del alcohol y del tabaco.
Según Mary Kaldor, “las Nuevas Guerras son guerras libradas por redes de actores estatales, y no estatales, a menudo sin uniforme…Son guerras en las que son raras las batallas, donde la mayor violencia se dirige contra la población civil… Son guerras donde la distinción entre combatiente y excombatiente o entre violencia legítima y criminal se difuminan…” Desde luego, a nuestro juicio estas guerras, como antaño, son el pretexto para intervenir los pueblos o bien ocupar los territorios tal como ocurrió con la “guerra del opio” en China y el “Plan Mérida” en Mesoamérica.
La guerra económica se realiza mediante el reajuste estructural de la economía en función del control del mercado, la globalización del capital financiero, la privatización de la salud, la educación, la vivienda; la eficacia y eficiencia del mercado garantizada por la militarización y la imposición de los Estados policiales y militares y los golpes de Estado. Los bloqueos económicos a los países que no se someten -tal es el caso de Cuba y ahora Venezuela, Bolivia y Ecuador-. Se imponen los derechos humanos en función del mercado y en consecuencia la defensa de los derechos de la propiedad de la globalización capitalista con menoscabo de los derechos de la clase obrera y campesina.
La guerra de Conflictos de Baja Intensidad es un proceso a largo plazo y trata de controlar a la población, más que al territorio, para lo cual es inseparable de lo ideológico , de lo político mediático y psicológico y su propósito es desgastar y aislar a las fuerzas opositoras.
La guerra psicológica, al igual que la mediática, es parte tanto de la guerra convencional, de la no tradicional y de la de los conflictos de baja intensidad; por lo tanto siempre esta ligada al componente militar, mediático y de contrainsurgencia. La misión de esta guerra es la de destruir la moral y la voluntad de los pueblos sometidos; aislarlos de sus potenciales aliados, dividir a las organizaciones opositoras y hacer creer que es imposible cambiar la realidad política de dominación.
La guerra mediática se caracteriza por manipular, ocultar, distorsionar la verdad y responder a los planes de contrainsurgencia o de creación de mecanismos que debiliten las fuerzas contrahegemónicas. Se ha observado en la situación actual de Venezuela donde las campañas han presentado al hermano país como el proceso más antidemocrático, cuando realmente ocurre lo contrario.
Uno de los aspectos poco señalados tanto de la guerra mediática como de la psicológica es la creación de enfermedades en la persona, la familia y la colectividad. Esta guerra produce terror, estrés intenso, a tal grado que vulnera el aparato psicoinmunoneurológico hormonal lo cual genera estados depresivos y cambios de conducta; debilita el sistema inmunológico, nervioso y hormonal lo cual hace que el organismo se torne más susceptible a las infecciones y tumores.
Durante toda esta historia de tortura y terror del capitalismo no ha existido el amor y la ternura con respecto a nuestros pueblos. Las únicas palabras son: ¡Guerra! ¡Violencia! Estas palabras son los recuerdos hirientes que vulneran la vida y la dignidad histórica de los pueblos.
Como se observa, cualesquiera que sea la forma de lucha y aun la mínima protesta la respuesta del sistema es siempre violenta. El sabio Martí lo decía: “Los pueblos viven de la levadura heroica. El mucho heroísmo ha de sanear el mucho crimen”. Simón Bolívar decía: “El amor a la paz, tan propio de los que defienden la causa de la justicia, no será jamás ahogado por los dolientes clamores de la humanidad, antes inmolada en el transcurso de tantos dolores.” Y con sabia clarividencia pronosticaba: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad”. El otro héroe del amor a la libertad Francisco Morazán expresó: “Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo”. De allí el ejemplo de nuestras heroínas de América Latina: Micaela Bastidas, Manuela Sáenz, Juana Azurduy, Francisca de Zubiaga; y en Honduras Josefa Lastiri Lozano, Visitación Padilla, Lolita Caballero y decenas de mujeres campesinas, indígenas y garífunas: El amor y la ternura de las mujeres ha sido esencial en los procesos de liberación y justicia.
Para el sistema capitalista la revolución es un concepto que despierta esencialmente la idea de violencia. Sin embargo dos de sus grandes teóricos y prácticos: Che Guevara y Fidel Castro lo asociaron al amor, la ternura y la injusticia. Fidel considera que “la revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado…,es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos…, es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio…, es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y de las ideas…, es luchar por nuestros sueños de justicia, para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo”.
El sistema capitalista ha tratado en forma violenta a quienes predican “la lucha no violenta”. Gandhi, quien abrazó la causa de la verdad y el no hacer daño al contribuir a la liberación de la India del Imperio Británico fue asesinado. El Mahatma expresó: “El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa”. Martín Luther King, partidario de la no violencia y Premio Nobel de la Paz, al luchar contra el racismo y contra la guerra de Vietnam fue también inmolado por soñar: “Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojala ya no tuviera necesidad de soñarlas”.
En los procesos de dominación y liberación de los pueblos oprimidos la teología ha sido un componente fundamental. Es histórica colonizadora y neocolonizadora con una función teocrática, defensora de las ideas capitalistas. Sin embargo en oposición a esta filosofía han surgido movimientos en el seno de las iglesias que en el siglo XX y en este inicio del XXI se han identificado con la opción preferencial de los pobres y la Teología de la Liberación. Consecuentes con el amor hacia los pobres varios sacerdotes, monjas, celebradores y celebradoras de la palabra, pastores y pastoras han sido torturados , asesinados: Monseñor Romero y el padre Guadalupe Carney. El fraile y teólogo de la liberación Frei Betto en su encuentro con Fidel dijo:”La Revolución cubana es una obra Evangélica… ¿Qué significa evangelismo de Jesús? Significa dar comida a quien pasa hambre, salud a quien está enfermo, amparo a quien está desamparado, ocupación a quien está desocupado…”
Frente a las “Nuevas guerras del siglo XXI” surgió el proyecto histórico del socialismo del Siglo XXI, impulsado desde Venezuela por Hugo Chávez quien, Inspirado por Bolívar, Martí, Fidel, el Che Guevara, la Teología de la Liberación, el marxismo y el feminismo (“un verdadero socialista tiene que ser feminista”) realizó profundas transformaciones en su país, e influyó poderosamente en los procesos de liberación de América Latina. Desde la perspectiva de Chávez, Venezuela vive en un Estado de transición (“Democracia revolucionaria“) para después llegar al socialismo. El proyecto tiene cuatro principios:
MORAL (luchar contra los demonios del capitalismo: el individualismo, el egoísmo, el odio y los privilegios). DEMOCRACIA PARTICIPATIVA (el poder debe estar subordinado al pueblo). IGUALDAD CONJUGADA CON LIBERTAD (una sociedad de incluidos, sin desiguales, sin privilegios. POLÍTICAS ECONÓMICAS (promoción del cooperativismo, la propiedad colectiva, la banca popular, la autogestión, la cogestión, las empresas de producción social y la estatización del petróleo)
Por su talla de líder revolucionario, de corazón tierno y generoso, amado por su pueblo y los pueblos oprimidos de América Latina y el mundo, los intereses imperialistas desataron las “nuevas guerras”, la guerra mediática, las operaciones psicológicas y teológicas contra Venezuela y la Revolución Bolivariana; contra el ALBA, y específicamente contra la persona de Hugo Chávez a quien enfermaron su cuerpo pero jamás lograron destruir su amor y su ternura revolucionaria por América Latina.
Después de su muerte, el desafío para todo latinoamericano es y será defender la revolución bolivariana, el ALBA, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador; la paz y la justicia en Centroamérica; prevenir las guerras y las violaciones a la autodeterminación y derechos de la Madre Tierra y lograr la ansiada unidad y dignidad históricas de nuestros pueblos.
Tegucigalpa. Marzo, 2013
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islanegra a las 16:17 · Sin comentarios
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17 de Agosto, 2012
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De la ética del escritor a la ética del político.
Por: Roberto Reyes Tarazona
Es paradójico que en la era de la información y de las comunicaciones, en América sigamos desconociendo las obras de nuestros más representativos personajes, aquellos que nos singularizan como región en el concierto del mundo, aquellos que dieron forma a nuestro desenvolvimiento como sociedades y nuestras más ricas expresiones culturales. Pareciera que la extraordinaria tecnología comunicacional solo fuera útil para alimentar el presente, a costa de la ruptura de los límites espaciales y de la multiplicación de datos en que se confunden los más trágicos episodios de muerte y destrucción del hombre con las más banales y efímeras expresiones sociales, a manera de un grotesco collage, donde el pasado a menudo es presentado solo como anécdota.
Pareciera que la deleznable afirmación de Fukuyama, a principios de los noventa, del fin de la historia, desmentida rápidamente por hechos como la proliferación de los fundamentalismos, nacionalismos y acciones terroristas, además de multitud de refutaciones teóricas, pareciera resucitar hoy de una manera oblicua y más sutil. No se trata ahora de cuestiones referidas a la implantación universal de la economía y la política propias del neoliberalismo, que –según Fukuyama– hacían innecesaria toda forma discrepante de pensamiento y organización económica y social, sino del resultado de la aplicación de las nuevas tecnologías.
Estamos tan saturados de información –cuyo mayor peso reposa en lo efímero y lo lúdico–, que debemos realizar un gran esfuerzo para mantener dentro de esa masa atosigante de información nuestros intereses y valores más personales. El tiempo destinado a la reflexión, a la asimilación de las ideas, es cada vez más exiguo. Si apenas tenemos tiempo para lidiar con el presente, ¿cuántos minutos podemos dedicarle a la indagación de los recientes hechos del pasado histórico? ¿En qué momento podemos evaluar la actuación de nuestros artistas, intelectuales y políticos? ¿Cómo trascender las imágenes e ideas que asociamos ante la evocación de un determinado autor o personaje? ¿Cómo ir más allá de las palabras y actos que se organizan para conmemorar un centenario o una fecha importante?
En nuestro país, como seguramente en el resto de América, en el año 2009 se conmemoró el centenario del nacimiento de Juan Bosch, celebrando alguna de sus dos facetas más conocidas: la del narrador y teórico del cuento, o la del político, del presidente que se opuso al tirano Trujillo e intentó hacer de su país un lugar digno de vivir. Salvo, por supuesto, en República Dominicana, en donde la conmemoración abarcó las múltiples expresiones de su obra.
Las facetas de creador literario y político son válidas y complementarias, pero no se debería disociar estos dos –y los otros– aspectos inherentes a su personalidad y trayectoria vital. Sin embargo, la desinformación o la información fragmentada –muchas veces producto de la censura–, han segmentado estas y las otras manifestaciones de la actuación política, intelectual, creativa y literaria de Juan Bosch.
Manuel Jofré, autor de: Juan Bosch: Intelectual Orgánico. De la ética del escritor a la ética del político, libro que prologamos, integra en su estudio tres facetas de la personalidad de Bosch: la del creador de cuentos y novelas, la del teórico del cuento y la del intelectual entregado a la política. Y lo hace desde diversas perspectivas y con un versátil instrumental teórico y metodológico.
Antes de detenerse en el análisis de la calidad creativa de sus cuentos y novelas, Jofré reseña la trayectoria del gran escritor dominicano, delineando las etapas de su periplo vital en función de sus vivencias creativas, intelectuales y políticas, en su país y en el extranjero. En función de esta secuencia, va fijando los hitos que jalonarán su marcha desde sus primeras obras literarias hasta su entrega a la actividad política, que finalmente absorberá las últimas décadas de su vida.
Como corresponde, Jofré hace hincapié en la precocidad creativa del escritor dominicano, y señala que empieza a publicar sus primeros poemas y relatos desde los dieciséis años, y que a los veintitrés años da a conocer “La mujer”, uno de sus cuentos más conocidos y celebrados, publicado en diversas antologías sobre el cuento latinoamericano. Un año después publica Camino real, su primer libro de cuentos.
En este libro y los que escribe Bosch antes de 1938, su producción narrativa gira en torno a las relaciones del hombre dominicano con su medio ambiente, principalmente centrada en la región de donde él era originario: La Vega. Sus personajes, mayormente gente humilde del campo, pero de gran coraje y entereza, enfrentan a cada paso las adversidades que ofrecen la selva y los montes: las lluvias torrenciales, los fenómenos naturales inesperados, el desborde de los ríos, a los que se suman la fatalidad y las acciones humanas. A menudo, los habitantes de estas regiones son derrotados, no pocas veces pierden la vida, pero no faltan los héroes anónimos, en contradicción con los antihéroes, como los bandoleros.
Para nosotros los peruanos, este escenario y las vicisitudes de los personajes enfrentados a la naturaleza hostil nos son familiares. La serpiente de oro, una de las más importantes novelas de Ciro Alegría, quien casualmente nació en el mismo año que el cuentista dominicano, recrea literariamente el enfrentamiento de los lugareños con la selva montañosa –la ceja de selva, como algunos la denominan–, los ríos torrentosos y las sempiternas adversidades que sufren los hombres humildes. Las semejanzas no solo se refieren a los escenarios sino también al valor, la fortaleza y cierto aire fatalista con que los hombres de Calemar afrontan su lucha con la naturaleza y las fuerzas sociales que los agobian.
Cuando Bosch marcha al exilio, obligado por las circunstancias políticas, se suceden nuevas etapas en su producción literaria. Su estadía en Puerto Rico, Cuba, Chile y otros países del Caribe y de Sudamérica, durante más de dos décadas, estimulan su producción creativa e intelectual.
De las atinadas observaciones de Jofré sobre el desarrollo creativo de Bosch en las dos primeras décadas de su actividad literaria, es importante resaltar el momento en que el autor de Camino real declara que entendió el cuento y su técnica; paso importantísimo para dar el salto a su faceta de teórico de este género. Esto es el año 1942, cuando escribe “el río y su enemigo”.
Si consideramos que en América Latina, en el siglo veinte, solo hubo –incluyéndolo a él– tres autores que produjeron textos canónicos sobre el cuento, se podrá apreciar la importancia de este momento. Junto a el “Decálogo del perfecto cuentista”, de Horacio Quiroga, y “Algunos aspectos del cuento”, de Julio Cortázar, los “Apuntes sobre el arte de escribir cuentos”, de Juan Bosch, constituyen la fuente en la cual han bebido –y siguen bebiendo– una legión de escritores de toda América. Y aunque el reconocimiento del papel de Bosch en esta empresa injustamente no sea tan universal como en el caso de Quiroga y el de Cortázar, su aporte es innegable y no es aventurado pensar que el escritor argentino sea un continuador de las reflexiones del creador dominicano.
Cabe destacar que la exposición diacrónica de Jofré permite seguir los pasos de Bosch para llega a la teoría del cuento, al cabo de un intenso trabajo creativo. Como ocurre con muchos escritores de nuestra América, sobre todo en la primera mitad del siglo veinte, su aprendizaje de la escritura fue primero personal, producto de lecturas, intuición y experiencias vitales, para luego sumar a ello la reflexión y el trabajo disciplinado. Lo que diferencia a Bosch de la gran mayoría de creadores latinoamericanos es que muy pocos se esforzaron en dar forma a sus conocimientos y experiencias sobre la escritura de la narrativa corta.
En cambio él, un hombre acostumbrado a asumir retos, poseía, entre sus muchas cualidades, una gran vocación docente y un encomiable desprendimiento que desplegará a lo largo de su vida. Él no creía en la conveniencia de guardar los conocimientos para sí, de atesorarlos, sino todo lo contrario. Con mayor razón, como intelectual y político, cuyo principal instrumento de comunicación es la palabra, legó una obra vasta y ejemplar.
Manuel Jofré, consciente del valor de este legado, expone muy precisamente su particular enfoque al inicio del libro: “Este ensayo se escribe en torno a la obra escrita de un hombre que forjó su vida a partir de palabras. Un hombre de acción que tomó el principal instrumento de comunicación humana, el lenguaje, y lo transformó, no en un arma, ni siquiera en un instrumento de persuasión, sino en una síntesis discursiva, verbal y estilística mucho más poderosa”.
En los meses siguientes a su regreso a República Dominicana, en 1961, nos dice Jofré, Bosch publica Cuentos escritos en el exilio y Más cuentos escritos en el exilio, en los cuales, como el título lo advierte, recoge su producción cuentística en sus más de veinte años fuera de su patria. Para entonces, ha publicado también una novela, trabajos históricos y diversos ensayos literarios y sociológicos. En ellos, el registro de temas e intereses se ha hecho más amplio, rebasando incluso el ámbito caribeño y latinoamericano para hacerse universal. Sin embargo, narrativamente, si bien sus escenarios son ahora cosmopolitas, mantiene su visión del hombre sujeto a la injusticia, la violencia y la marginación de los poderosos, así como a la soledad, la alienación, los prejuicios inherentes a su condición humana.
Jofré, en una de sus observaciones más sugestivas sobre la producción literaria de Bosch, sustenta cómo los cuentos de este escritor encarnan diez imágenes de América. Estas son: América como naturaleza, como universalidad, como búsqueda del ser americano, como identidad cultural común, como territorio indomable, como violencia, como espacio grotesco, como lucha, como conflicto entre civilización y barbarie, y como síntesis. Como él mismo bien resume:
“En definitiva, diez maneras individualizadas de representar a la región americana, con el Caribe incluido, se perciben en los cincuenta y un relatos de Juan Bosch. Una región asediada por las catástrofes, por la violencia y la muerte, donde emerge en un drama único y reiterado. Un espacio cultural distorsionado, tenso, conflictivo y difícil. Abarcar toda esta realidad es una proeza de la palabra y del papel configurador del lenguaje.”
En el plano político, habiendo desarrollado una intensa actividad en este campo, accede a la presidencia de su país, dispuesto a poner en práctica sus promesas de lucha en beneficio de su pueblo y sus ideas respecto a la democracia y la independencia nacional, lo cual desencadena una violenta reacción de las fuerzas retrógradas de su país y fuera de él, que lo derrocan siete meses después de haber asumido el cargo de presidente. Marcha, pues, nuevamente al exilio, etapa en que publica, entre otros muchos trabajos, “Teoría del cuento”, en Venezuela.
Esta faceta de la escritura de Bosch motiva a Jofré a desarrollar un trabajo de reconstrucción de los pasos que dio el creador de “Apuntes sobre el arte de escribir cuentos”, para llegar a este texto, dedicándole toda una sección titulada justamente “Juan Bosch y su teoría del cuento”. Jofré dedica, pues, tanto espacio a este asunto como al del análisis de su narrativa, por considerarlo con justa razón fundamental en la obra del escritor dominicano,
El seguimiento de las distintas versiones realizadas en diversos ámbitos y momentos, que desembocaron en el clásico texto de Bosch sobre la escritura de cuentos, es otro de los aportes del libro de Jofré. En esta “biografía textual”, evidencia el autor del libro que prologamos su cualidades de investigador, su agudeza de crítico y sus amplios conocimientos literarios, pues no solo da cuenta de la gestación de los principios que sustentan el texto, el sentido de cada una de las partes constitutivas de un cuento, sino ofrece un balance del aporte de la teoría del cuento a los estudios latinoamericanos.
La tercera y última parte del libro de Jofré se centra en la sustentación de un aspecto esencial de la vida de Bosch: su carácter de intelectual, por un lado, y la realización de un análisis textual de un documento representativo de su discurso político.
En el primer caso, para dar cuenta de las diversas facetas de la personalidad de Bosch, que ya hemos mencionado repetidas veces, Jofré utiliza el concepto de “intelectual orgánico”, no tanto en el sentido que Gramsci utiliza para caracterizar a un intelectual respecto a la clase social a la que pertenece y refleja, sino en sentido de hombre integral, que conjuga en su vida la teoría y la práctica, el carácter de hombre de ideas y hombre de acción, el artista y el pensador. El hombre, en fin, que encarna las mejores aspiraciones y posibilidades de su tiempo, lo cual naturalmente produjo un conflicto interno que Bosch debió enfrentar en cierto momento, pues tanto la política como la creación artística son tan absorbentes que exigen dedicación total. Y si Bosch pudo actuar en ambos dominios durante algunos años, al fin debió optar por uno de ellos, y su decisión –creemos– supeditó sus más íntimas aspiraciones estéticas y personales a las de sus deberes para con su pueblo y su nación.
En el análisis del discurso que Bosch lee a su pueblo a raíz del golpe de estado en su contra, Jofré abandona el análisis diacrónico y utiliza herramientas de la semiótica para examinar exhaustivamente el significado de cada una de las frases que componen su proclama, sus implicancias éticas y de valor filosófico, los planos políticos y sociales que abarcan sus planteamientos y las ideas que subyacen y respaldan las breves pero enérgicas frases de su discurso.
Como corolario a este incurso en el campo político del autor estudiado, Jofré sostiene que Bosch “Pertenece a una generación de avanzada que se inicia en el primer tercio del siglo XX. Exilado como Bello, caribeño como ningún otro que haya llegado a América Latina, inicia una relación entre dos regiones americanas que aún no llega a concretarse. Formidable estilista, múltiple en sus actividades, reivindicamos para él una actitud diferente, nueva, anunciadora de futuro. Marcó con su vida una nueva actitud ética en la política y en la literatura (…). Bosch escribió volcado hacia nuestro futuro, registrando un pasado rural dominicano primero y un pasado cultural latinoamericano, posteriormente. América Latina está llena de figuras de su dimensión: Bolívar, Martí, Zapata y tantos otros. Su escritura es, como en todos los otros casos, una suma de discursos, documentos, políticos, narrativos, periodísticos, didácticos.”
Convergiendo con este planteamiento, consideramos que la inusual combinación de artista, hombre de acción y de ideas, sitúa a Bosch en el mismo nivel que otros grandes personajes universales del siglo XX, como Leopold Sédar Senghor, Mao Tse Tung, José Martí, André Malraux.
A continuación de este capítulo, Jofré expone consideraciones sobre la vigencia y el creciente interés sobre la vida y la obra de Bosch y, a manera de anexo, incorpora textos que permiten, a quienes aún desconocen su obra, incursionar en algunos aspectos de su producción.
La reseña de algunas de las exposiciones sobre la vida y la obra de Bosch, y el material expuesto en el anexo, coronan la tarea de interpretación de las facetas literaria y política de la obra de Bosch desarrollada por Manuel Jofré a lo largo de este libro. Mediante este trabajo, más lectores podrán encontrar la necesaria orientación y estímulo para conocer la obra de un autor que contribuido significativamente en la recuperación de nuestro pasado común, en la formación de nuestra memoria latinoamericana.
Recordemos que el pasado que la historia nos ofrece no solo está compuesto por sucesos ocurridos en el tiempo humano, sino por una reflexión sobre su sentido, por una evaluación del comportamiento de los hombres y una interpretación del sentido de los movimientos de las sociedades. De otra manera, bastaría con alimentar las computadoras con los datos de los hechos ocurridos en tal o cual periodo o momento y proceder a un ordenamiento de ellos, basados en algún criterio estadístico. Con ello se eliminaría la valoración ética, la búsqueda de sentido de la existencia personal y el reconocimiento de los esfuerzos para la forja de nuestros pueblos, como lo hizo ejemplarmente Bosch a lo largo de su existencia, y que Manuel Jofré pone en evidencia en su valioso trabajo.
Otoño de 2012.
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islanegra a las 14:42 · Sin comentarios
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14 de Agosto, 2012
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SINIESTRA
Es difícil precisar cual es la diferencia entre la realidad y la ficción si en ambas existen la verdad y la mentira. El problema es descubrir quién y qué poder las define y las pone en movimiento
Era el 17 de septiembre de 1974, mes de los huracanes. Choloma es destruida por el Fifí, con el impacto dramático de siete mil muertos. La jornada de Manuel casi había concluido. El atardecer estaba nublado y empezaba a dormirse en el comienzo de la noche, cuando alguien tocó a la puerta de aquella choza de bahareque. Luego escuchó un grito: ¡Salven a mi hija!. Manuel abrió la puerta y vio a una mujer desvalida que aparentaba estar más enferma que la tierna que cargaba en sus brazos. “¡Doctorcito, por favor, atienda a mi hija que es la única que tengo, pues mis cinco hijos fueron devorados por el huracán!”.
Después de examinar a la niña Manuel dirigió una mirada piadosa a la mujer y, luego de una breve pausa, le dijo: “usted se parece a la campesina de la aldea La Jutosa” Ella respondió, “sí, soy María Cicumba. Doctorcito por favor dígame cómo está mi tierna…”; y mientras hablaba de manera entrecortada y con la respiración acelerada, se desmayaba en la silla. Manuel con la ayuda de Eva traslado a María Cicumba a la banca, como cama. Una mochila, varios libros y una almohada sirvieron de respaldo para mejorar la respiración…
La hidrataron con una bebida a base de agua, azúcar, gotas de limón y una pizca de sal a lo cual se sumó la medicina del cariño. Sin embargo, la situación era crítica; estaba sudorosa, febril, delirante y pálida. El médico la examinó y auscultó los pulmones. El diagnostico fue neumonía severa y anemia por desnutrición.
“He caminado tres leguas, agregó María, sólo el amor a mi hija me ha dado las fuerzas necesarias para poder llegar a este lugar; sé que me voy a morir pronto; vine porque tengo confianza en usted y siempre lo recuerdo con gratitud por la solidaridad que nos brindó. Cuando tenía dos meses de embarazo de esta niña, las fuerzas militares nos desalojaron en forma violenta. Seis compañeros fueron heridos de gravedad; uno de ellos era el padre de mis hijos, se llamaba Pedro Cabañas; usted debe recordarlo…”
Con mucha dificultad, continuó su relato: “He sufrido como viuda y como ser desamparado que miró ahogarse a sus cinco hijos sin poder salvarlos. Visité todas las fosas, observé centenares de muertos amontonados y no pude encontrar los cadáveres de mis tres niñas y mis dos niños… Regresé a la calle sin casa ni hogar y no pude comprar ni una candela para rezarles una oración; ahora sólo esta niña es mi esperanza…
“Llegué a esta clínica y a pesar de mi gravedad me siento más tranquila porque usted es la única persona en quien puedo dejar mi testamento de sufrimiento, que es mi hijita que ahora tiene en sus brazos. Ella estará tranquila y bien protegida por usted…
“Le dejo a este tesoro con la condición que me jure ante Dios y ante Eva, su enfermera, que usted le pondrá el nombre de “Siniestra”. La razón de este nombre es porque su nacimiento ocurrió durante el siniestro huracán… y con la promesa de no cambiarle de nombre para que ella recuerde que debe ser generosa y solidaria con las personas humildes”.
“María Cicum, ahora debe reposar”, Le dijo Manuel.
“Perdone doctor, pero me llamo María Cicumba, mi primer nombre por mi madre, que fue dirigente campesina, y llevo el apellido de mi padre quien era antepasado del héroe indígena Cicumba, mártir fusilado por el colonizador Pedro de Alvarado. Tengo por origen la sangre de los rebeldes… Júreme doctor que recibirá a mi hija y le pondrá el nombre de Siniestra”.
La enfermera le dirigió la mirada a Manuel y él asintió con la cabeza, en señal de cumplir la promesa: “Ese nombre -expresó el doctor- no es adecuado para una niña tan linda”… Pero María Cicumba insistió: “Es para que nunca olvide a los pobres”.
Al día siguiente María Cicumba expiró. No había ataúdes y los vecinos la envolvieron en un petate para enterrarla en un lugar lejos de las aguas que inundaban Choloma.
Decidido a cumplir su promesa, y siguiendo la tradición, Manuel fue donde el párroco a bautizar a la niña. Al escuchar la palabra “Siniestra”, el cura hizo el gesto de rechazo y se negó a bautizarla... Muy pronto corrió el rumor en el pueblo de que la niña era diabólica, porque se le había negado la bendición bautismal.
El Alcalde de Choloma, no obstante el haber mostrado su desacuerdo con el nombre tuvo que registrarla a regañadientes, como era su obligación y la de entregarle a Manuel la certificación de nacimiento como hija de Manuel Campos y Hortensia Ríos de Campos.
Desde muy niña Siniestra había mostrado sensibilidad y ternura hacia las personas humildes. Sus padres adoptivos se trasladaron a Tegucigalpa y no fue informada de que era hija adoptiva ni sobre el origen real de sus padres.
No obstante de ser sus padres cariñosos, confrontaba la hostilidad de sus compañeros escolares, quienes se burlaban con frecuencia acerca de su fatídico nombre. En el marco de aquella hostilidad, con el tiempo, fue generando rechazo por sus padres a quienes culpaba de llevar ese nombre que aborrecía tanto y que tantos males le acarreaba aun siendo tan joven…
Se convirtió en una lectora incansable y de asimilación productiva. A través de sus reflexiones llegó a la conclusión de que debía estudiar la carrera del derecho con el fin de encontrar los mecanismos legales necesarios para poder cambiar su nombre. Fue brillante en el Escuela de Derecho y al determinar que no podía cambiar legalmente su nombre, se bautizó en la iglesia católica con el nombre de “Bendita”. En los documentos legales aparecía con la firma Bendita S. Campos y Ríos. Los estudios jurídicos le enseñaron que si bien no podría cambiarse el nombre a las personas naturales; lo contrario ocurría con las personas jurídicas tales como las empresas extranjeras que en forma usual cambian de nombre o dueño para evadir responsabilidades fiscales y derechos laborales.
El haber sido alumna brillante en Derecho Mercantil y profesional trilingüe: dominio del español, inglés y francés, le permitió ser nombrada asesora legal de la empresa minera Oro Corporativo de Canadá. Pertenecía a la élite de la excelencia académica cuya ética es la protección de la propiedad privada y la defensa a toda costa los derechos de su cliente, aun cuando estaba muy bien informada de los sobornos y manipulación de las mineras hacia funcionarios del Estado para lograr los objetivos de aumentar la acumulación de las riquezas, sin importar los daños ambientales y a la salud humana.
El resentimiento contra Manuel y el alejamiento con Hortensia se había acentuado por el desacuerdo que tenían sus padres adoptivos sobre el trabajo de ella a favor de la industria extractiva minera. Sin embargo, Siniestra mantenía contacto con Eva, la enfermera que trabajó con Manuel. Por eso no le fue extraño que, cuando se encontraba preparando la propuesta de la nueva Ley de Minería que sería consensuada entre Oro Corporativo y los diputados del Congreso, recibió una llamada de emergencia, de Eva quien estaba muy enferma y deseaba conversar con ella antes de morir.
Siniestra se desplazó inmediatamente al hospital del Seguro Social. Eva estaba ansiosa y expresó: “sólo cuando uno presiente la muerte es capaz de contar los secretos, para que la verdad no quede enterrada. La agonía sirve para liberar la verdad reprimida… Tu padre Manuel es un ser especial y de quien estuve enamorada toda mi vida sin poder decirlo nunca por respeto a él y a su familia. Pero tienes que saber que no es tu padre verdadero, ni tu madre es Hortensia… Tu madre fue María Cicumba, líder campesina cuyos ancestros provienen del héroe Cicumba que fue fusilado en Choloma, por los colonizadores. Naciste en tiempo del siniestro Huracán Fifí y tu verdadero padre murió asesinado por militares que cuidaban los intereses de las empresas bananeras y mineras. Manuel ha sido el médico de los pobres y explotados y su militante misericordia le hizo adoptarte...
El nombre “Siniestra” te fue dado por designio de tu madre quien dijo que deberías llevarlo para que no olvidaras tu origen y lo siniestro que es el sistema capitalista…
Siniestra lloró profundamente. Beso la frente de Eva y la abrazó... La verdad es siempre solidaria con el sufrimiento. El comienzo del camino de la justicia principia y termina con la verdad.
La propuesta de la nueva Ley Minera y el desarrollo de la estrategia persuasiva con los diputados, altos funcionarios del Estado y la opinión pública requería de la manipulación mediática por medio de la cual se ofrecía trabajo, riqueza y desarrollo a las comunidades. Siniestra recogió las opiniones; hizo el memorándum respectivo; y como funcionaria de máxima confianza de la Corporación, fue designada para representar a la empresa en el Congreso de la República de Honduras.
Cuando llegó al Congreso, ataviada con: aretes,, anillos, pulseras y un collar del cual pendía el Cristo de Oro fue reconocida su acreditación como vocera de la minera Corporación de Oro… Tuvo, entonces, puerta abierta y la oportunidad de hablar ante los diputados, antes de ser aprobada la nueva ley de minería. Llena de una seguridad nunca antes sentida, dirigió la mirada a cada uno de los presentes como si su alocución habría de ser para él o para ella especialmente. He aquí su histórico discurso.
“Honorables Junta Directiva y Honorables Diputados y Diputadas:
“Al analizar la historia de Honduras me di cuenta de que desde la colonia hasta el siglo XXI estuvimos siendo depredados como pueblo minero. A pesar de los quinientos años de explotación minera, nunca se formaron a nivel nacional técnicos ni profesionales en este campo.
“Las huellas históricas de la industria extractiva minera están en los huecos , cuevas antiguas, ríos contaminados de plomo, arsénico, cadmio, mercurio y drenajes ácidos que retroalimentan la liberación de metales pesados por más de un siglo; pueblos desaparecidos, cuerpos humanos enfermos; mayores desastres de los huracanes, tormentas tropicales , inundaciones y fenómenos sísmicos…
“Visité todo el país y otras naciones. Observé detenidamente si las empresas mineras son responsables y sostenibles. Pasé, en nuestro país, por el lago de Yojoa y el río que el pueblo ha denominado “Río cianuro”, donde existe una mina subterránea que contamina el lago. Viajé a Copán, Ocotepeque, Comayagua, La Paz, Santa Bárbara, El Sur, Tocoa , Olancho, el Valle de Siria, Agalteca, Valle de Ángeles y comprobé que, de cada 100 kilómetros del territorio hondureño, ¡treinta están ocupados por las concesiones mineras!
“Mis observaciones me condujeron a pensar que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, cuyos discursos siempre se refieren a la reducción de la pobreza y al apoyo a la mujer y a la niñez, son también responsables de la depredación ambiental y de las enfermedades de las mujeres; porque nosotras, aunque no trabajemos en la minería, somos las que utilizamos el agua, que es la más afectada tanto en su cantidad como calidad, por la industria extractiva minera… ¡Entonces empecé a preguntarme si un país de desnutridos puede comerse el oro para mejorar su salud!
“El desarrollo tecnológico siempre ha estado en función de la tasa de ganancia, o de la violencia e incluso de la guerra. El procedimiento extractivo a cielo abierto a base de cianuro es uno de los mejores ejemplos porque tiene más bajo costo. Se emplea en los lugares donde existe oro u otros metales en cantidades menores. Sin embargo es más toxico para el ambiente porque produce la polución de las aguas, envenena los suelos y hasta el aire y despoja de aguas, bosques y territorios a las comunidades donde tiene la desgracia de asentar sus siniestras operaciones…
“He estado en las negociaciones durante las cuales la empresa ha ofrecido regalías, sobornos a ciertos alcaldes; a algunos diputados y a altos funcionarios. Ha invertido millones en una estrategia de comunicación y antes de excavar las montañas y derribar las rocas ha excavado las conciencias y derribado todo principio moral para poner una tecnología al servicio de la enfermedad y de la muerte, sin menoscabo de aumentar la tasa de ganancia. Si en el año 2009 una onza de oro costaba 400 dólares en el 2012, el valor excede a 1500 dólares... Sin embargo para extraer una onza se requieres 20 toneladas de roca y 20 toneladas de sufrimiento. No hay duda de que las mineras son sostenibles y responsables con ellas mismas pero no son sustentables ni responsables con las generaciones presentes y futuras de los seres humanos ni con la vida planetaria.
Mientras continuaba su discurso, con desprecio tiraba las joyas al suelo y se despojada del elegante abrigo para quedarse con el vestido de manta de una humilde campesina.
“Similar al desastre minero en Honduras -continuó- ha ocurrido en México, en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Cabe destacar que en El Carrizalillo, México, existe una acelerada explotación minera que opera produciendo partos prematuros, abortos, malformaciones congénitas y cáncer.
“Señores cancelemos esta farsa de la Nueva Ley que ha sido engendrada en forma maligna por Oro Corporativo de Canadá, en alianza con otras empresas estadounidenses, europeas, asiáticas… Sé que puedo ser objeto de atentados e incluso de ser asesinada por este testimonio que está basado en documentos, grabaciones y videos que saldrán a la luz pública en caso de que algo siniestro llegue a sucederme...
“Aclaro que no me llamo Bendita, que llevo como nombre de pila. Mi nombre a mucho orgullo es “Siniestra“, hija de dos líderes campesinos: María Cicumba y Pedro Cabañas, sangre de mártires. “Agradezco a Manuel y Hortensia, dos seres generosos que me adoptaron y al final de cuentas fueron un ejemplo vivo de honestidad y compromiso con los seres humanos…
“La nueva ley minera no se debe aprobar. ¡Es producto de la corrupción y de la mentira! Para que conste en el Acta del Congreso de esta fecha presento denuncia formal contra esta ley, que representa al verdadero crimen contra los pueblos de la humanidad y del planeta…
“¡Desde este momento renuncio a mi cargo de abogada de Oro Corporativo y me sumo a la condena contra esta empresa, por parte del Tribunal de Salud de los Pueblos que se celebró en San Miguel Ixtahuacán, Guatemala, en el recién pasado mes de julio de este 2012; y me sumo al Movimiento Mesoamericano contra la minería!…”
Al terminar su discurso se hizo sobre la Cámara un pesado y largo silencio.
Y de pronto, desde uno de los rincones donde se habían casi escondido algunos diputados partidarios de Oro Corporativo, se escuchó de manera clarísima, pese a haber sido dicho en voz baja y temblorosa:
“¡Ya nos jodió el negocio esta Bendita Siniestra!”...
Tegucigalpa, agosto de 2012. Mes de la discusión de la siniestra Ley de Minería.
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09 de Febrero, 2012
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Juan Manuel Avellaneda
Hoy he vuelto a soñar con el trabajo. No es en absoluto simbólico: si sueño con el trabajo las circunstancias del sueño son tan concretas que no descanso. Trabajo mientras duermo soñando con el trabajo. Se hace contradictorio porque cuando no tengo trabajo sueño con que trabajo y, en lugar de descansar, trabaja mi culpa. ¿Por qué lo habré dejado? ¿No hubiese podido aguantar un tiempo más?
Y cuando tengo trabajo y no puedo realizarme, cuando el trabajo me trae más frustraciones y angustias que logros y metas alcanzadas sueño con que sigo trabajando como si mis energías no hubiesen bastado. Y hoy he vuelto a soñar con el trabajo. Porque no me basta. Como cuando no puedo. Como cuando no tengo. Como cuando me culpo por no tener o por no poder. Alguien se ha encargado de convencerme durante años de que, más allá de lo que haga, mi esfuerzo, administrado por los demás, sufrirá de arbitrariedad. Y de que eso es normal pues de ninguna manera se compara trabajar para triunfar que hacerlo por no ser un fracasado. Talento era una moneda y hoy no sé cuál es el precio de mi sacrificio. Hoy he vuelto a soñarme con las manos vacías. No basta el talento. No bastan las ganas. Ni siquiera la aprobación de los que saben cuando quienes administran no saben. De todos modos, cuando uno no es potente para cerrar las cuentas propias, debe dejar la administración en manos de los que pueden, aún cuando no sepan. Hubo un tiempo en que la medida de la honestidad era un sueño tranquilo. Hoy duermen tranquilos sólo los que pueden. Aunque no tengan talento ni ganas ni honestidad ni saber, administran la paz y el talento ajenos: se sirven de él para disimular sus carencias.
Y los carecientes somos el resto. Los que soñamos con el trabajo si el trabajo es insuficiente o indigno y los llamados indignos que no pueden conseguir trabajo y también tienen pesadillas porque no saben vivir de otro modo, porque nacieron para producir y no saben medrar. Hoy tuve el sueño intranquilo de un perro abandonado que sólo aprendió a ladrar furiosamente y que antes, al menos, soñaba con que algun amigo le tendiera el calor de una caricia cariñosa. Perro al que, a pesar de no haber mordido ninguna mano, han dejado aislado porque sus ruidosos ladridos sólo sirven de alerta. Le han condenado a esperar que alguien se acuerde de acercar un trozo de comida... de lejos. Yo también duermo con un ojo abierto cuando sueño que trabajo. Hasta que la falta de cuidado de quienes creen que vivo de sus sobras me haga cruzar atolondrado una calle.
Pensando que de algo servirá ese gesto. Y el talento, la obstinación y la conciencia queden reducidos a una pura materia hecha añicos. Tanto ladrido de alerta desperdiciado... Desde hoy seré más generoso con los perros que, como yo, no tienen dueño: mis hermanos cuyos sueños, como los míos, nada reparan.-
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islanegra a las 09:46 · Sin comentarios
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24 de Enero, 2012
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Argentina – 1924 - 1984
En la Casa de Postas
A Enrique Molina
El pájaro que se quita sus plumas de hierro para marcar los rostros de las muchachas con un signo que reluce más allá de los días que habitamos esa comedia timidez hecha con restos de faros marinos con el alambre del desprecio rizado en menudos ornamentos esa presencia de hombre partido en dos todo junto pulverizado guardado en un puño desde una noche hasta la otra bajo la humedad de los besos cuyo sutil vapor invade las alcobas una inagotable corriente de caricias tu presencia exasperada hasta las lágrimas entre los bambúes que oscilan en el viento tu presencia exasperada de niño con un ojo saltado rodando en el polvo como la esmeralda vomitada por un ajusticiado Eres el agua negra donde toda blasfemia alcanza la transparencia del deseo
De su libro "Cambio de Horario"- Ediciones Letra y Línea, Buenos Aires, 1954.
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islanegra a las 08:53 · Sin comentarios
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22 de Julio, 2011
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Palabras de Víctor Casaus en la presentación del libro La historia me absolverá. Decimario, del poeta boricua Juan Camacho Su autor, Juan Camacho, y la Brigada Juan Rius Rivera nos traen un regalo solidario y amoroso: este libro que recrea, desde la poesía popular, desde la décima, uno de los textos fundamentales de la Revolución Cubana: el alegato de defensa y acusación del joven abogado Fidel Castro, en el juicio por el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes el 26 de julio de l953. Esta breve presentación quiere recorrer los caminos inmediatos que antecedieron a este momento de hoy y evocar algunas de las múltiples relaciones de fraternidad, compromiso y solidaridad que han unido a los pueblos de Puerto Rico y Cuba, de la que es ejemplo hermoso y sistemático esta Brigada que nos ha acompañado durante los últimos veinte años trayéndonos su mensaje y su presencia de hermandad revolucionaria. Las primeras noticias sobre la presentación de este libro llegaron por las eficientes vías ya habituales de las nuevas tecnologías. Después de conocer la propuesta de nuestra hermana Milagros Rivera y los compañeros y las compañeras del ICAP para realizar este lanzamiento aquí en la Casa del Alba, Juan Camacho me envió este mensaje: Víctor, saludos. Por fin te puedo enviar el texto del Libro. Los problemas para hacerlo antes fueron muchos, no obstante, ya están casi-resueltos... Tan pronto lo recibas me informas si lo pudiste recibir y/o abrir para entonces hacer otras gestiones. El texto que te envío va sin portada y contraportada, pero tan pronto el artista se le pare de encima y la termine, te la hago llegar.
Tal y como hemos acordado, el Libro va con nosotros. Si eso no es así, en lugar de una Presentación, tendrás que presentar un velorio, porque Milagros me matará....
El texto adjunto es el elemento objetivo para analizar y comentar, pero más allá de eso, está el amor y la solidaridad con que lo trabajamos, tanto en homenaje a Fidel como a todas y todos ustedes que tanto nos motivan y nos esperanzan.
Juan El libro ya está aquí en nuestras manos y sus dos dedicatorias expresan cabalmente la profunda significación de este momento: A Fidel en su cumpleaños 85, con los mejores pensamientos de los boricuas que amamos la libertad. A la Brigada Juan Rius Rivera, en su viaje número veinte a la hermana República de Cuba, en solidario desafío al embargo imperialista. La Comisión de Dirección de esta vigésima brigada de solidaridad y amor ha expresado también, en mensaje reciente, que “este libro representa el agradecimiento de nuestro pueblo por toda la solidaridad que el Comandante Fidel y el pueblo cubano nos ha brindado en la lucha por alcanzar nuestra libertad”. Señores, ese acusado que ahora ejerce el derecho dará versión de los hechos de todo lo que ha pasado. Les dirá como abogado lo que haya que decir cómo se quiso impedir su libertad y defensa como vil y cruel ofensa al pueblo y a su sentir. Así evoca Juan Camacho, en una de las primeras décimas que conforman este libro, la voluntad de aquel joven acusado que, ante la imposibilidad de contar con las garantías legales imprescindibles, asumió su propia defensa frente al tribunal que lo juzgaba en una pequeña sala del Hospital Civil en Santiago de Cuba, sólo con la presencia de dos magistrados, seis periodistas (sujetos por otra parte a la censura imperante) y un centenar de soldados armados hasta los dientes. La temperatura de aquel momento, expresada en el discurso de Fidel, pasa a las estrofas de este libro para transmitirnos las dificilísimas condiciones en que se libraba aquella batalla por la verdad y la justicia. El libro incluye, en sus inicios, como material documental, “las notas que la periodista Marta Rojas tomó de las escenas finales de aquel día histórico, viernes 16 de octubre de 1953, en que Fidel Castro Ruz pronunció su famoso alegato --convertido en obra imperecedera-- ante el Tribunal de Santiago de Cuba”. Comparto con ustedes un breve fragmento de esas notas que nos brindan hoy referencias presenciales de aquel momento:
El acusado doctor Fidel Castro no ha hecho ni un alto en su informe, a veces alza la voz, y él mismo se contiene, en instantes se inclina sobre la mesita (que tiene de frente) y casi habla en secreto, a medida que habla, improvisando siempre, hay más silencio en el recinto, no se escucha ningún otro sonido más que su voz pausada, como si conversara con todos, mira fijo al tribunal que lo atiende con gusto. El Ministerio Público (Fiscal) a veces parece querer incorporarse para sacarle las palabras de la boca; los soldados están apiñados en la puerta y no disimulan su atención. A veces posa su vista en el retrato de Florence Nightingale que preside el saloncito de las enfermeras y parece que conversa con ella. No tiene un papel, ni un libro con él. Efectivamente, los apuntes y notas habían quedado en la celda del acusado/acusador: desde las citas del autor intelectual de aquellos hechos, José Martí, hasta (d)etalles facilitados por la población penal que a pesar de la brutal amenazas y castigo contribuyeron conmigo filtrándome el material como nos relata Juan Camacho en sus décimas, para resumir su versión de la situación del que habla (en el discurso y en las estrofas): Y como vil resultado de estas maquinaciones estoy en estos rincones donde aquí seré juzgado. Es un cuartico cerrado donde no se podrá oír lo que tengo que decir porque habrá una redoblada de bayonetas caladas para mi voz impedir La presentación de este libro aquí, en La Habana, en homenaje al próximo 85 cumpleaños del que pronunció esas palabras, es también un eco de aquellas verdades denunciadoras de los crímenes de entonces y anunciadoras de las luchas por venir. El prologuista de este libro, el abogado y poeta boricua Luis Raúl Albaladejo, comenta el desafío que ha supuesto para el autor llevar a la estructura poética “un texto de denuncia y de combate, un texto político cuya prosa, en cierto sentido, es todo lo opuesto de la siempre más o menos fantasiosa literatura. Para dar este salto, Juan se lanzó a un reto de fondo, convirtiendo en décimas espinelas (…) el histórico discurso de Fidel Castro Ruz que en 1953, invirtiendo los papeles del drama judicial, sentó a los golpistas acusadores en el banquillo de los acusados”. El autor de este libro, “poeta, maestro, dirigente sindical y comunitario, luchador incansable por la independencia de su patria, repite una proeza: convertir en décimas puertorriqueñas un texto en prosa de otro autor”. La experiencia anterior, nos continúa diciendo el prologuista, partió de la obra de un boricua, el escritor Abelardo Díaz Alfaro, cuya colección de cuentos Terrazo, “un clásico de la literatura puertorriqueña”, fue convertida, mediante un “ejercicio de destreza y maestría”, en una narración realizada a través de la poesía popular. La estructura del presente Decimario moncadista sigue, paso a paso, el desarrollo cronológico del discurso que le da origen. No ha tratado el autor de resumir o reinterpretar el contenido de aquella pieza oratoria, convertida en documento cenital de esta etapa de la Revolución Cubana, sino de contribuir a su difusión –en un acto de homenaje que hoy le agradecemos– utilizando las herramientas de un lenguaje comunicacional distinto, el de la décima: otro de los territorios culturales compartidos por nuestras dos islas hermanas. Por ello en la segunda parte de este encuentro en el que también estamos homenajeando la presencia fraterna de la Brigada Juan Rius Rivera en su vigésimo aniversario, compartirán este espacio artistas de la música campesina cubana e integrantes de la propia Brigada que también se expresan a través de ese lenguaje fértil y común, que también nos une. “Nadie mejor que un puertorriqueño para haber realizado el trabajo que ha hecho Juan con el discurso de Fidel”, nos dice en su prólogo Luis Raúl Albaladejo, “La ya más que centenaria hermandad entre Cuba y Puerto Rico encuentra aquí otra de sus múltiples expresiones. Porque este trabajo no es sólo fruto del esfuerzo, el talento y la maestría de Juan, sino, y sobre todo, fruto del afecto y la solidaridad que él, como miles de puertorriqueños, guardamos para la hermana Antilla”. Como se ha visto, los propósitos y los resultados de este empeño cultural tienen raíces firmes y compartidas en las historias de nuestras islas y de nuestros pueblos, que han vivido experiencias disímiles y a la vez comunes. Ahora que presentamos este libro, no puedo dejar de recordar a un puertorriqueño-cubano, escritor e internacionalista, periodista y luchador revolucionario de su tiempo (y del nuestro), Pablo de la Torriente Brau, quien ofreció en una de sus crónicas memorables este dato revelador: "detrás de un indomable caguairán un hombre, con su rifle, puede hacerle frente a diez, sin miedo a las balas; y al paso por las cañadas una sola ametralladora puede acabar con mil hombres!" Años después de que Pablo incluyera esa frase en su formidable reportaje sobre el Realengo 18, aquel joven abogado, cuyas palabras viven en este Decimario, la tomó como una enseñanza útil y aplicable para la táctica y la estrategia de la lucha revolucionaria que daría continuidad victoriosa al asalto de los cuarteles de 1953. Las enseñanzas múltiples y recíprocas entre Puerto Rico y Cuba han conformado, a lo largo de los años, la hermandad que ahora festejamos. A la independencia puertorriqueña ha ofrecido ayuda Cuba de muy diversas formas, entre ellas, muy tempranamente, brindando espacio fraterno y posibilidad de expresión en la Asamblea General de las Naciones Unidas junto a la representación de nuestra isla. A la lucha cubana contra el bloqueo imperialista que se ha extendido por casi cinco décadas han ofrecido su respaldo sistemático y firme las hermanas y los hermanos boricuas. Hoy agradecemos infinitamente el apoyo que recibimos, también desde Puerto Rico, para exigir la libertad de los cinco hermanos injustamente encarcelados en Estados Unidos. “Es hora de traerlos a casa”: así recordamos y ratificamos aquella consigna que exigía el regreso de los independentistas puertorriqueños desde las cárceles norteamericanas donde cumplieron largas condenas por haber luchado para liberar a la isla hermana. Gracias, Juan, por traernos este regalo de cumpleaños, de solidaridad compartida, desde la otra ala del pájaro. Víctor Casaus
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau Calle de la Muralla No. 63, entre Oficios e Inquisidor, La Habana Vieja, Ciudad de la Habana, Cuba
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