(El Universal)
El poeta, ensayista y traductor Rubén Bonifaz Nuño falleció ayer a los 89 años, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en su cuenta de Twitter.
El poeta, nacido en Córdoba, Veracruz, el 12 de noviembre de 1923, murió a las 18:30 horas de ayer y desde la madrugada de hoy sus restos están en la funeraria de Felix Cuevas, al sur de la ciudad de México; en el transcurso de la noche el Conaculta iba a confirmar si la familia acepta un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes. Además, Rafael Tovar informó que junto con la UNAM organizará un homenaje en próximos días.
Considerado uno de los más importantes poetas en lengua española y con una vasta trayectoria en las letras y en las traducciones de los clásicos grecolatinos, Bonifaz Nuño era licenciado en derecho y doctor en letras por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde en 1960 inició su carrera como profesor de latín en la Facultad de Filosofía y Letras, en donde era considerado un genuino maestro de maestros.
En sus últimos días permanecía casi inmóvil, se había quedado ciego y había perdido el sentido del oído.
En vida, el también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de El Colegio Nacional fue reconocido con numerosos premios y homenajes, como el Premio Nacional de Ciencias, Letras y Artes en 1974, el Internacional Alfonso Reyes, y el de la Universidad Nacional por Investigación en Humanidades, además del Doctor Honoris Causa e Investigador Emérito de la UNAM.
Para él, la escritura, ese único acto libre, era también un acto fundamental. “Nunca me quité la ropa para escribir. Escribí siempre formalmente por respeto a la máquina y por respeto a lo que estaba tecleando”, confesó el propio Bonifaz Nuño, quien siempre vistió de forma elegante.
El legado
Bonifaz Nuño tradujo numerosos clásicos grecolatinos, la mayoría de los cuales han sido publicados en la Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana. Además de sus notables traducciones del latín y del griego, escribió ocho obras de interpretación crítica relativas a la cosmogonía del mundo prehispánico con base en el estudio de su escultura.
Sus creaciones Fuego de pobres, As de oros, Albur de amor, De otro modo lo mismo son parte de su obra reunida, y El templo de su cuerpo lo consagró como uno de los poetas más altos dentro de la lengua española.
Tomó expresiones de la cultura popular para convertirlas en poesía, y la intensidad la interpreta de una manera limpia, sincera, sin caídas ni sentimentalismos; en El manto y la corona, uno de los poemarios más importantes de la poesía mexicana, describe de una manera conmovedora todas las etapas del amor; como historiador demuestró la grandeza de nuestro pasado, en su forma de ser y de expresarse artísticamente; es, además, el gran traductor de los clásicos griegos y latinos.
Con la antología general en cuatro tomos que circula en las librerías, editada por el Fondo de Cultura Económica, la poesía, el ensayo y la traducción hecha por Rubén Bonifaz Nuño está al alcance de las nuevas generaciones que descubrirán al enamorado de las mujeres y apasionado del lenguaje.
Lamentan deceso
En las redes sociales algunas figuras de la comunidad cultural lamentaron el deceso del poeta. A pocos minutos de darse a conocer la noticia ayer por la noche, se convirtió en uno de los temas más comentados de Twitter.
El titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, escribió en su cuenta: “Hoy México pierde en Rubén Bonifaz Nuño a uno de sus grandes poetas y humanistas”.
Mientras que el escritor Mauricio Montiel compartió algunos versos del poeta.
El narrador Sandro Cohen escribió en Facebook: “Mis hijos, cuando eran muy pequeños, escucharon —asombrados— al maestro Rubén Bonifaz Nuño tocar, de memoria, a mi piano Baldwin de nuestro departamento de Tlatelolco, el primer movimiento de la Sonata “Claro de luna” de Beethoven. Desde entonces a esa sonata la han nombrado “La de Bonifaz”. Todavía la escucho claramente”.
La editora Marisol Schultz, los escritores Héctor de Mauleón, Armando González Torres, Luis Muñoz Oliveira y Pável Granados, y el poeta Mario Bojórquez también lamentaron el fallecimiento del maestro.