Antología de poetas que escriben en otras lenguas pero continuán sintiendo en italiano
Collana Arcoiris
Traducción Milton Fernàndez
ISBN 978-88-97325-02-4
Las raices, la memoria y la nostalgia por un pueblo jamás olvidado en las palabras de hijos y nietos de italianos emigrados a otra parte.
Palabras escritas “bajo otros cielos” traducidas a la lengua en la que han continuado sintiendo obstinadamente. De algún modo, un regreso
Esta antología es un viaje, a través de la historia, con algunos inmigrantes italianos que, a partir de los últimos decenios del mil ochocientos, al final de la primera post-guerra, dejaron Italia huyendo de la pobreza, del miedo y la vergüenza por una vida sin dignidad y sin futuro y llegaron a América del sur, sobretodo, a Argentina y Brasil.
Veinticuatro poetas sudamericanos contemporáneos, de origen italiano,dando sus voces, adentrándose en la memoria de las raíces, para reconstruír, inmersos en la complejidad de la vida de hoy, una parte de su mapa identitario.
Leer este libro es partir a una aventura lingüística y humana que al mismo tiempo duele y consuela, inquieta y enternece, entusiasma y confunde. Se conoce el punto de partida, pero no se sabe donde se llega, porque la ruta - sinuosa y en continua evolución - está llena, como la identidad personal, de sorpresas.
Esta antología es también un viaje que nos lleva a mirarnos desde lejos, a redescubrir nuestras raices y nuestros orígenes con otros ojos.
Aquellos que nos prestan estos autores son ojos llenos de amor y ternura por un mundo que debería ser el nuestro pero que en realidad ya no está, es un mundo que ha quedado en sus memorias y que con este libro podemos volver a abrazar.
Los poetas de otra parte:
Alfonsina Storni, Paola Cescon, Eduardo Espòsito, Flavio Crescenzi, Elisabet Cincotta,Gustavo Tisocco, Ana Russo, Gabriel Impaglione, Sergio Hèctor Gioacchini, Antonio Aliberti, Eduardo D'anna, Jorge Isaìas, Griselda Garcìa, Josè Marìa Pallaoro, Mario Vàzquez, Maria Teresa Andruetto, Rolando Revagliatti, Ana Maria Rivero, Marìa Lanese, Antonia Taleti, Jorge Paolantonio, Roberto Casanova Gianuzzi, Maria Marta Stanganello, Enrique Solinas.
Sobre “Italiani d´Altrove”
Poetas que cantan a la Italia Lejana- Stefano Salis - da Il Sole-24 Ore - Culture & Tendenze - Lunes 15 Noviembre 2010 - N. 314
“El hilo rojo que liga a estos poetas es la tensión de la memoria, el mirar atrás para comprender la historia migratoria de sus familias, los penosos recorridos de la integración y la realización de sus proyectos de vida, y hacer ver la riqueza del bagaje cultural y humano que trajeron consigo”. Así en el prefacio, Elvira Marinelli presenta a los 24 poetas sudamericanos, sobretodo argentinos, que escriben en la antología “Italiani d´Altrove”, editada por Cristiana Zamparo para Rayuela Edizioni con traducciones de Milton Fernàndez. Se trata en su mayoría de autores de segunda y tercera generación que pertenecen a familias de emigrados italianos de la otra parte del mundo. Así lo evidencian sus apellidos: Storni (emigrada de Cantòn Ticino, Suiza italiana),Cescon,Exposito,Crescenzi y otros.Tambien las edades son variadas, no faltan los de 30 y 40 años.
Italia es imaginada, soñada, mirada con una mezcla de imposible nostalgia y de deseo de reconocerla. Lo cierto es que en el fondo estos autores aún escribiendo en una lengua diferente – casi siempre en español – sienten que pertenecen a la lengua y a la cultura italiana: desarraigados por destino. Escribe con intensidad Mario Vásquez en ...a mis ancestros: “Sus presencias asaltan/ los espejos/ los libros/ la piel heredada/ el tiempo//(...) Hace ya mucho tiempo que me canso/ de evitar sus gestos/ de ser por sus no-ser/ de combatirlos.// Encontrar en mis ojos sus mirada/ es mi íntima forma de extrañarlos”(...)
Italiani d’Altrove, reseña de Roberta Yasmine Catalano publicada en www.intalianetwork.it - junio 2010
La Rayuela en Italia se llama el juego de la campana. Dos modos diversos de nombrarla, pero el juego es el mismo. Es precisamente este el espíritu que anima la intrigante antología de poesías “Italiani d´Altrove”. Se trata de poetas latinoamericanos aunados por su origen italiano, que “escriben en otras lenguas pero siguen sintiendo en italiano”. Cuando lo veràn les llamarà enseguida la atenciòn. De entrada, salta de golpe la tapa, fina y elegante: se ven una mujer, un hombre y un niño presumiblemente del siglo pasado,de espaldas, como petrificados mirando un otro lugar, un horizonte invisible, pero que se puede intuír.Hay un poema en el libro que parece hacerle de didascalia, es “ Más allá” de Gabriel Impaglione:”¿Puedes ver la ruta que las despedidas trazaron en el tiempo?/ riguroso salitre que en la que en herida/ cava con perseverancia. Donde las miradas buscaron naves orgullosas (...)/ En los puertos no atracaron aún noticias de ultramar”. Veinticuatro hijos y nietos de italianos que atravesaron el océano buscando otra vida, poetas que llevan consigo, el destino inexorable de “Migrantes internos”, como si aquella travesía que nunca han cumplido fuese un estigma indeleble, una condena continua un viaje, íntimo e interior. Sus versos destilan nostalgia,obstinada búsqueda de reconstruirse a travez de las raíces, como si solo la poesía pudiera cerrar el círculo, y dar finalmente un sentido al grumo de preguntas y agujeros de la memoria. Antepasados como presencia constante, dentro de sí, recordando un camino que ha marcado para siempre sus vidas y la de las futuras generaciones (...)
Cada poesía está presentada en español, acompañada de su traducción al italiano. La antología concluye con un epílogo de Milton Fernàndez, escritor uruguayo que ha hecho el viaje a la inversa, vive en Italia y escribe en italiano.Divinamente. No, me corrijo, no es un epílogo: es una poesía. Es una declaración de amor a la poesía. Es una invitación, a todos nosotros: “Probemos también nosotros, en el tiempo libre. Probemos a sacar a los poetas de sus guaridas. Adoptemos uno a distancia y llevemoslo a vivir entre la gente.Transcribámoslo, traduzcámoslo, faxiemoslo,grabémoslo, vandalicemos los muros con su presencia, regalémoslo a cualquiera, a los que queremos, a aquellos con los que no queremos compartir ni el aire del planeta,abandonémoslo en el consultorio del médico, en la peluquería, en el dentista (...). No me ilusiono. Sé que la poesía no va a salvar al mundo. (…) Pero...si hubiera un milagro, si encontraras la frase de un poeta al dorso de la boleta de la multa que dejó el policía de tránsito en el parabrisa,o en el ticket del supermercado, o en la solapa del saco que dejaste en la lavandería...por favor, házmelo saber. Sentiré que habré honrado una pequeña cuota de mi deuda. Y sabré qué responder a aquellos que siguen repitiendo: ¿A quién le interesa hoy la poesía?