Caldas, Colombia - 1933
Auto de fe
Creo en el hombre amarillo,
en la promesa de su arroz,
en sus trampas de bambú
para cazar furtivos invasores.
Creo en el sudor del campesino,
en el humo de su pipa,
en el golpe fiero de su hacha
y en su diario divagar por el camino.
Creo en las redes
saladas del pescador,
en su canoa milenaria,
en su conciencia vendida al mar
y en su invariable
plato de pescado.
Creo además en su humildad
y en su porfía por
una aurora revolucionaria.